Tiempo de Cuaresma - Miércoles - Salterio II
LAUDES
Oración de la mañana
"En la Eternidad éramos;
al nacer comenzamos a existir.
Existir es ser en el tiempo.
Y al morir dejamos de existir,
pero no dejamos de ser.
pero no dejamos de ser.
Somos seres espirituales
que vivimos una aventura terrenal".
que vivimos una aventura terrenal".
Teilhard de Chardin
Toda su temática alude al despertar y a su equivalencia simbólica con la resurrección. En las comunidades religiosas, el horario habitual es las 7 de la mañana, aunque, naturalmente, se debe adaptar al propio ritmo de vida: lo normal es entre 6 y 10 hs.
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Invitatorio
Cuando Laudes es la primera oración litúrgica de la mañana se puede agregar el salmo Invitatorio antes del himno.
Si no, † se hace la señal de la cruz mientras se dice:
Cuando Laudes es la primera oración litúrgica de la mañana se puede agregar el salmo Invitatorio antes del himno.
Si no, † se hace la señal de la cruz mientras se dice:
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
R. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Se añade el Salmo del Invitatorio con su antífona:
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Salmo del Invitatorio
El salmo 94 puede sustituirse por el 99, el 66 o el 24. En tal caso,
si el salmo escogido formara parte de la salmodia del día, se dirá en su lugar, en la salmodia, el salmo 94.
si el salmo escogido formara parte de la salmodia del día, se dirá en su lugar, en la salmodia, el salmo 94.
Ant. A Cristo, el Señor,
que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, vengan, adorémosle.
que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, vengan, adorémosle.
Salmo 94 Invitación a la Alabanza Divina
Anímense unos a otro, día tras día, mientras perdura el hoy. Heb 3, 13
Vengan, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme
Vengan, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme
que modelaron sus manos.
Vengan, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.
Ojalá escuchen hoy su voz:
«No endurezcan el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando sus padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí,
Vengan, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.
Ojalá escuchen hoy su voz:
«No endurezcan el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando sus padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí,
aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó,
y dije: Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
y dije: Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. A Cristo, el Señor,
que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, vengan, adorémosle.
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Salmo del Invitatorio (Opcional)
Ant. A Cristo, el Señor,
que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, vengan, adorémosle.
que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, vengan, adorémosle.
Salmo 99: Alegría de los que entran en el templo
El Señor manda que los redimidos entonen un himno de victoria (S. Atanasio)
Se recita la antífona que corresponda y la asamblea la repite.
Aclama al Señor, tierra entera,
sirvan al Señor con alegría,
entren en su presencia con vítores.
Se repite la antífona.
Sepan que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Se repite la antífona.
Entren por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
Se repite la antífona.
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»
Se repite la antífona.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. A Cristo, el Señor,
que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, vengan, adorémosle.
que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, vengan, adorémosle.
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Himno: Cuando
vuelto hacia ti de mi pecado.
Cuando vuelto hacia ti de mi pecado
Cuando vuelto hacia ti de mi pecado
iba
pensando en confesar sincero
el
dolor desgarrado y verdadero
del
delito de haberte abandonado;
cuando
pobre volví a ti humillado,
me
ofrecí como inmundo pordiosero;
cuando,
temiendo tu mirar severo,
bajé
los ojos, me sentí abrazado.
Sentí
mis labios por tu amor sellados
y
ahogarse entre tus lágrimas divinas
la
triste confesión de mis pecados.
Se
llenó el alma en luces matutinas,
y,
viendo ya mis males perdonados,
quise
para mi frente tus espinas. ¡Amén!
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SALMODIA
Ant 1.Dios mío, tus caminos son santos: ¿qué dios es grande como nuestro Dios?
Salmo 76: Recuerdo del Pasado Glorioso de Israel.
Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan (2Co 4,8)
Alzo mi voz a Dios gritando,
Alzo
mi voz a Dios para que me oiga.
En
mi angustia te busco, Señor mío;
de
noche extiendo las manos sin descanso,
y
mi alma rehúsa el consuelo.
Cuando
me acuerdo de Dios, gimo,
y
meditando me siento desfallecer.
Sujetas
los párpados de mis ojos,
y
la agitación no me deja hablar.
Repaso
los días antiguos,
recuerdo
los años remotos;
de
noche lo pienso en mis adentros,
y
meditándolo me pregunto:
¿Es
que el Señor nos rechaza para siempre
y
ya no volverá a favorecernos?
¿Se
ha agotado ya su misericordia,
se
ha terminado para siempre su promesa?
¿Es
que Dios se ha olvidado de su bondad,
o
la cólera cierra sus entrañas?
Y
me digo: ¡Qué pena la mía!
¡Se
ha cambiado la diestra del Altísimo!
Recuerdo
las proezas del Señor;
sí,
recuerdo tus antiguos portentos,
medito
todas tus obras
y
considero tus hazañas.
Dios
mío, tus caminos son santos:
¿qué
dios es grande como nuestro Dios?
Tú,
¡oh Dios!, haciendo maravillas,
mostraste
tu poder a los pueblos;
con
tu brazo rescataste a tu pueblo,
a
los hijos de Jacob y de José.
Te
vio el mar, ¡oh Dios!,
te
vio el mar y tembló,
las
olas se estremecieron.
Las
nubes descargaban sus aguas,
retumbaban
los nubarrones,
tus
saetas zigzagueaban.
Rodaba
el fragor de tu trueno,
los
relámpagos deslumbraban el orbe,
la
tierra retembló estremecida.
Tú
te abriste camino por las aguas,
un
vado por las aguas caudalosas,
y
no quedaba rastro de tus huellas:
mientras
guiabas a tu pueblo, como a un rebaño,
por
la mano de Moisés y de Aarón.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como
era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Dios mío, tus caminos son santos:
¿qué dios es grande como nuestro Dios?
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Dios mío, tus caminos son santos:
¿qué dios es grande como nuestro Dios?
Ant
2. Mi
corazón se regocija por el Señor, que humilla y enaltece.
Cantico - 1S 2,1-10: Alegría de los Humildes en Dios
Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; a los hambrientos los colma de bienes (Lc 1,52-53)
Mi corazón se regocija por el Señor,
Cantico - 1S 2,1-10: Alegría de los Humildes en Dios
Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; a los hambrientos los colma de bienes (Lc 1,52-53)
Mi corazón se regocija por el Señor,
mi
poder se exalta por Dios;
mi
boca se ríe de mis enemigos,
porque
gozo con tu salvación.
No
hay santo como el Señor,
no
hay roca como nuestro Dios.
No
multipliquen discursos altivos,
no
echen por la boca arrogancias,
porque
el Señor es un Dios que sabe;
él
es quien pesa las acciones.
Se
rompen los arcos de los valientes,
mientras
los cobardes se ciñen de valor;
los
hartos se contratan por el pan,
mientras
los hambrientos no tienen ya que trabajar;
la
mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras
la madre de muchos se marchita.
El
Señor da la muerte y la vida,
hunde
en el abismo y levanta;
da
la pobreza y la riqueza,
humilla
y enaltece.
Él
levanta del polvo al desvalido,
alza
de la basura al pobre,
para
hacer que se siente entre príncipes
y
que herede un trono de gloria;
pues
del Señor son los pilares de la tierra,
y
sobre ellos afianzó el orbe.
Él
guarda los pasos de sus amigos,
mientras
los malvados
perecen en las tinieblas,
perecen en las tinieblas,
porque
el hombre no triunfa por su fuerza.
El
Señor desbarata a sus contrarios,
el
Altísimo truena desde el cielo,
el
Señor juzga hasta el confín de la tierra.
él
da fuerza a su Rey,
exalta
el poder de su Ungido.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como
era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Mi corazón se regocija por el Señor,
que humilla y enaltece.
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Mi corazón se regocija por el Señor,
que humilla y enaltece.
Ant
3. El Señor reina, la tierra goza.
Salmo 96 - El Señor Es un Rey Mayor que Todos los Dioses.
Salmo 96 - El Señor Es un Rey Mayor que Todos los Dioses.
Este
salmo canta la salvación del mundo y la conversión de todos los pueblos (S.
Atanasio)
El
Señor reina, la tierra goza,
se
alegran las islas innumerables.
Tiniebla
y nube lo rodean,
justicia
y derecho sostienen su trono.
Delante
de él avanza fuego
abrasando
en torno a los enemigos;
sus
relámpagos deslumbran el orbe,
y,
viéndolos, la tierra se estremece.
Los
montes se derriten como cera
ante
el dueño de toda la tierra;
los
cielos pregonan su justicia,
y
todos los pueblos contemplan su gloria.
Los
que adoran estatuas se sonrojan,
los
que ponen su orgullo en los ídolos;
ante
él se postran todos los dioses.
Lo
oye Sión, y se alegra,
se
regocijan las ciudades de Judá
por
tus sentencias, Señor;
porque
tú eres, Señor,
altísimo
sobre toda la tierra,
encumbrado
sobre todos los dioses.
El
Señor ama al que aborrece el mal,
protege
la vida de sus fieles
y
los libra de los malvados.
Amanece
la luz para el justo,
y
la alegría para los rectos de corazón.
Alégrense,
justos, con el Señor,
celebren
su santo nombre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como
era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El Señor reina, la tierra goza.
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El Señor reina, la tierra goza.
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Lectura
Breve Dt
7, 6. 8-9
El Señor, tu Dios, te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra,
el pueblo de su propiedad. Por el amor que les tiene
y por mantener el juramento que había hecho a sus padres,
los sacó de Egipto con mano fuerte y los rescató de la esclavitud,
del dominio del Faraón, rey de Egipto.
El Señor, tu Dios, te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra,
el pueblo de su propiedad. Por el amor que les tiene
y por mantener el juramento que había hecho a sus padres,
los sacó de Egipto con mano fuerte y los rescató de la esclavitud,
del dominio del Faraón, rey de Egipto.
Así conocerás que el Señor, tu Dios, es el Dios verdadero,
el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor,
por mil generaciones, con los que lo aman y guardan sus preceptos.
Responsorio Breve
V. Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. Él me librará de la red del cazador.
por mil generaciones, con los que lo aman y guardan sus preceptos.
Responsorio Breve
V. Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. Él me librará de la red del cazador.
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Cántico
Evangélico
Ant. El Hijo del hombre no ha venido a ser servido,
sino a servir y a entregar su vida como rescate de una multitud.
Cántico de Zacarías- Lc 1, 68-79. El Mesías y su Precursor
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra
de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño,
te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El Hijo del hombre no ha venido a ser servido,
Ant. El Hijo del hombre no ha venido a ser servido,
sino a servir y a entregar su vida como rescate de una multitud.
Cántico de Zacarías- Lc 1, 68-79. El Mesías y su Precursor
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra
de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño,
te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El Hijo del hombre no ha venido a ser servido,
sino a servir y a entregar su vida como
rescate de una multitud.
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Preces
Demos gracias a Dios Padre, que por el Espíritu Santo
ha derramado su amor en nuestros corazones, y supliquémosle, diciendo:
Demos gracias a Dios Padre, que por el Espíritu Santo
ha derramado su amor en nuestros corazones, y supliquémosle, diciendo:
R./
Danos, Señor, tu Espíritu Santo.
Concédenos,
Señor, el espíritu de fe y de acción de gracias,
- para
recibir siempre con gozo lo bueno y soportar con paciencia lo adverso.
Haz
que practiquemos la caridad no sólo en los acontecimientos importantes,
- sino
también en lo pequeño de nuestra vida de cada día.
Ayúdanos
a privarnos de lo superfluo,
- para
compartir lo nuestro con los hermanos necesitados.
Concédenos
llevar en nuestros cuerpos la pasión de tu Hijo,
- tú
que nos has vivificado en su cuerpo.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Recitemos juntos la oración que Cristo nos enseñó
y pidamos al Padre que nos libre siempre del mal:
- Padre
Nuestro…
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Oración
Señor, haz que tu pueblo persevere siempre en el camino del bien
que tú le has enseñado; protégelo en sus necesidades temporales,
para que, sin angustia, pueda tender a los bienes eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Señor, haz que tu pueblo persevere siempre en el camino del bien
que tú le has enseñado; protégelo en sus necesidades temporales,
para que, sin angustia, pueda tender a los bienes eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
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Conclusión
Si preside un presbítero o un diácono, bendice al pueblo como el obispo, o bien con la bendición común:
Si preside un presbítero o un diácono, bendice al pueblo como el obispo, o bien con la bendición común:
V. El
Señor esté con ustedes.
R. Y
con tu espíritu.
V. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo † y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R. ¡Amén!
Si se
despide de la comunidad añade:
V. Pueden ir en Paz.
R. ¡Demos
gracias a Dios!
En el
rezo individual o en una celebración comunitaria presidida por un ministro no
ordenado, se dice:
V. El Señor nos bendiga,
nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. ¡Amén!
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VÍSPERAS
Oración de la tarde
Sus motivos aluden al fin del trabajo y del día activo, y la equivalencia simbólica con la Venida del Señor. Un horario entre las 7 y las 10 de la noche es adecuado. Los días que preceden a una Solemnidad no tienen Vísperas.
Las «Primeras Vísperas» son la misma oración que Vísperas, pero para los domingos y solemnidades, que comienzan la tarde anterior y por lo tanto tienen dos vísperas: las «primeras», que son la tarde anterior (la del sábado, en el caso de un domingo), y las «segundas», que son las de la propia tarde cronológica
(la tarde del domingo, siguiendo el mismo caso).
Evidentemente, el día anterior cede parte de su tiempo al domingo o solemnidad y no tiene vísperas.
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Invocación
Inicial
V. Dios
mío, ven en mi auxilio.
R. ¡Señor, date prisa en socorrerme!
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. ¡Señor, date prisa en socorrerme!
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como
era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
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Himno:
Señor, tú eres santo: yo adoro, yo creo
Heme,
Señor, a tus divinas plantas,
baja
la frente y de rubor cubierta,
porque
mis culpas son tales y tantas,
que
tengo miedo a tus miradas santas
y
el pecho mío a respirar no acierta.
Mas
¡ay!, que renunciar la lumbre hermosa
de
esos divinos regalados ojos
es
condenarme a noche tenebrosa;
y
esa noche es horrible, es espantosa
para
el que gime ante tus pies de hinojos.
Dame
licencia ya, Padre adorado,
para
mirarte y moderar mi miedo;
mas
no te muestres de esplendor cercado;
muéstrate,
Padre mío, en cruz clavado,
porque
sólo en la cruz mirarte puedo¡Amén!.
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SALMODIA
Ant 1. Aguardamos la alegre esperanza,
la aparición gloriosa de nuestro salvador.
Salmo
61 - Dios,
única esperanza del justo
Que el Dios de la esperanza colme vuestra fe de paz (Rm 15,13)
Sólo
en Dios descansa mi alma,
porque
de él viene mi salvación;
sólo
él es mi roca y mi salvación,
mi
alcázar: no vacilaré.
¿Hasta
cuándo arremeterán contra un hombre
todos
juntos, para derribarlo
como
a una pared que cede
o
a una tapia ruinosa?
Sólo
piensan en derribarme de mi altura,
y
se complacen en la mentira:
con
la boca bendicen,
con
el corazón maldicen.
Descansa
sólo en Dios, alma mía,
porque
él es mi esperanza;
sólo
él es mi roca y mi salvación,
mi
alcázar: no vacilaré.
De
Dios viene mi salvación y mi gloria,
él
es mi roca firme,
Dios
es mi refugio.
Pueblo
suyo, confía en él,
desahoga
ante él su corazón,
que
Dios es nuestro refugio.
Los
hombres no son más que un soplo,
los
nobles son apariencia:
todos
juntos en la balanza subirían
más
leves que un soplo.
No
confíen en la opresión,
no
pongan ilusiones en el robo;
y
aunque crezcan sus riquezas,
no
les den el corazón.
Dios
ha dicho una cosa,
y
dos cosas que he escuchado:
«Que
Dios tiene el poder
y
el Señor tiene la gracia;
que
tú pagas a cada uno
según
sus obras.»
Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como
era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Aguardamos
la alegre esperanza,
la aparición gloriosa de nuestro salvador.
la aparición gloriosa de nuestro salvador.
Ant
2. Que
Dios ilumine su rostro sobre nosotros y nos bendiga.
Salmo
66: Que
Todos los Pueblos Alaben a Dios
Sepan que la salvación de Dios
se envía a los gentiles (Hch 28,28)
El
Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine
su rostro sobre nosotros;
conozca
la tierra tus caminos,
todos
los pueblos tu salvación.
¡Oh
Dios!, que te alaben los pueblos,
que
todos los pueblos te alaben.
Que
canten de alegría las naciones,
porque
riges el mundo con justicia,
riges
los pueblos con rectitud
y
gobiernas las naciones de la tierra.
¡Oh
Dios!, que te alaben los pueblos,
que
todos los pueblos te alaben.
La
tierra ha dado su fruto,
nos
bendice el Señor, nuestro Dios.
Que
Dios nos bendiga; que le teman
hasta
los confines del orbe.
Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como
era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Que
Dios ilumine su rostro sobre nosotros
nos bendiga.
nos bendiga.
Ant
3. Todo
fue creado por él y para él.
Cántico
- Col 1, 12-20: Himno
a Cristo,
Primogénito de Toda Creatura y Primer Resucitado de Entre los Muertos.
¿Quién es, por tanto, Dios? El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios. (San Columbano)
Damos gracias a Dios Padre,
Primogénito de Toda Creatura y Primer Resucitado de Entre los Muertos.
¿Quién es, por tanto, Dios? El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios. (San Columbano)
Damos gracias a Dios Padre,
que
nos ha hecho capaces de compartir
la
herencia del pueblo santo en la luz.
Él
nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y
nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por
cuya sangre hemos recibido la redención,
el
perdón de los pecados.
Él
es imagen de Dios invisible,
primogénito
de toda creatura;
pues
por medio de él
fueron creadas todas las cosas:
fueron creadas todas las cosas:
celestes
y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos,
Dominaciones,
Principados, Potestades;
Principados, Potestades;
todo
fue creado por él y para él.
Él
es anterior a todo,
y todo se mantiene en él.
y todo se mantiene en él.
Él
es también
la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él
es el principio,
el primogénito de entre los muertos,
el primogénito de entre los muertos,
y
así es el primero en todo.
Porque
en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y
por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo
la paz por la sangre de su cruz
con
todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como
era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Digno
es el Cordero degollado
de recibir el honor y la gloria.
de recibir el honor y la gloria.
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Lectura
Breve
Flp 2, 12b-15a
Trabajen
por su salvación con respeto y seriedad.
Porque es Dios el que obra en ustedes haciendo que quieran
y obren movidos por lo que a él le agrada.
Háganlo todo sin murmuraciones ni discusiones,
a fin de que sean irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha.
Porque es Dios el que obra en ustedes haciendo que quieran
y obren movidos por lo que a él le agrada.
Háganlo todo sin murmuraciones ni discusiones,
a fin de que sean irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha.
Responsorio
Breve
V. Yo
dije: «Señor, ten misericordia.»
R. Yo
dije: «Señor, ten misericordia.»
V. Sáname,
porque he pecado contra ti.
R. Señor, ten misericordia.»
R. Señor, ten misericordia.»
V. Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Yo
dije: «Señor, ten misericordia.»
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Cántico
Evangélico
Ant. El
Hijo del hombre será entregado en manos de los gentiles, para que hagan
burla de él, para que lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día resucitará.
burla de él, para que lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día resucitará.
Cántico
de María - Lc 1, 46-55. Alegría del Alma en El Señor
Proclama
mi alma la grandeza del Señor,
se
alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque
ha mirado la humillación de su esclava.
Desde
ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque
el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su
nombre es santo,
y
su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
de generación en generación.
El
hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba
del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
y enaltece a los humildes,
a
los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia
a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
acordándose de su misericordia
-como
lo había prometido a nuestros padres-
en
favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El
Hijo del hombre será entregado en manos de los gentiles, para que hagan
burla de él, para que lo azoten y lo
crucifiquen; pero al tercer día resucitará.
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Preces
Demos
gracias a Dios Padre, que estableció en la sangre de Cristo
una alianza nueva y eterna con su pueblo y la renueva en el sacramento del altar,
y supliquémosle, diciendo:
una alianza nueva y eterna con su pueblo y la renueva en el sacramento del altar,
y supliquémosle, diciendo:
R./
Bendice, Señor, a tu pueblo.
Dirige,
Señor, el sentir de los pueblos
y la mente de sus gobernantes por los caminos de tu voluntad,
y la mente de sus gobernantes por los caminos de tu voluntad,
- para
que procuren con empeño el bien común.
Aumenta
el fervor de aquellos que, habiéndolo dejado todo, siguieron a Cristo,
- para
que su vida sea luz para los hombres
y claro testimonio de la santidad de tu Iglesia.
y claro testimonio de la santidad de tu Iglesia.
Tú
que creaste a todos los hombres a imagen tuya,
- haz
que sintamos horror de las injusticias y desigualdades entre los hombres.
Llama
a tu amistad y a tu verdad a los que viven alejados de ti,
- y
a nosotros enséñanos cómo podemos ayudarlos.
Se
pueden añadir algunas intenciones libres
Admite
a los difuntos en tu gloria,
- para
que te alaben eternamente.
Ya
que por Jesucristo somos hijos de Dios, digamos confiados a nuestro Padre:
- Padre
nuestro...
Oración
Señor,
haz que tu pueblo persevere siempre
en el camino del bien que tú le has enseñado; protégelo en sus necesidades temporales,
para que, sin angustia, pueda tender a los bienes eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
en el camino del bien que tú le has enseñado; protégelo en sus necesidades temporales,
para que, sin angustia, pueda tender a los bienes eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
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Conclusión
Si preside un presbítero o un diácono, bendice al pueblo como el obispo, o bien con la bendición común:
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo † y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R. ¡Amén!
Si se despide de la comunidad añade:
V. Pueden ir en Paz.
R. ¡Demos gracias a Dios!
En el rezo individual o en una celebración comunitaria presidida por un ministro no ordenado, se dice:
V. El Señor nos bendiga,
nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. ¡Amén!
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Si preside un presbítero o un diácono, bendice al pueblo como el obispo, o bien con la bendición común:
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo † y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R. ¡Amén!
Si se despide de la comunidad añade:
V. Pueden ir en Paz.
R. ¡Demos gracias a Dios!
En el rezo individual o en una celebración comunitaria presidida por un ministro no ordenado, se dice:
V. El Señor nos bendiga,
nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. ¡Amén!
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Tiempo de Cuaresma Miércoles de la Segunda Semana
COMPLETAS
Oración antes del descanso nocturno
Sus textos aluden al sueño, y a su equivalencia simbólica con la muerte.
El mejor horario es aquel en que efectivamente vayamos a dormir enseguida.
Aunque hay una Completas para cada día de la semana, es costumbre -aceptada en las rúbricas- que quienes desean rezarlas de memoria, lo hagan siempre con una de las dos Completas de domingo, ya sea la de después de Primeras Vísperas o la de después de Segundas Vísperas.
Las Completas no tienen vinculación estrecha con el desarrollo del calendario litúrgico, excepto el «aleluya» al final de las antífonas e invocaciones en tiempo pascual.
Invocación Inicial
V. Dios
mío, ven en mi auxilio
R. Señor,
date prisa en socorrerme.
V. Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como
era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
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Examen
de Conciencia
V. Hermanos,
habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido,
reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
Yo
confieso ante Dios todopoderoso
y
ante ustedes, hermanos,
que
he pecado mucho
de
pensamiento, palabra, obra y omisión:
por
mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por
eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a
los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que
intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
V. El
Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. ¡Amén!
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Himno: Cuando
llegó el instante de tu muerte.
Cuando llegó el instante de tu muerte
inclinaste
la frente hacia la tierra,
como
todos los mortales;
mas
no eras tú el hombre derribado,
sino
el Hijo que muerto nos contempla.
Cuando
me llegue el tránsito esperado
y
siga sin retorno por mi senda,
como
todos los mortales,
el
sueño de tu rostro será lumbre
y
tu gloria mi gloria venidera.
El
silencio sagrado de la noche
tu
paz y tu venida nos recuerdan,
Cristo,
luz de los mortales;
acepta
nuestro sueño necesario
como
secreto amor que a ti se llega. ¡Amén!
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SALMODIA
Ant
1. Sé
tú, Señor, la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve.
Salmo
30, 2-6 - Súplica
Confiada y Acción de Gracias.El hombre no se justifica por cumplir la ley, sino por creer en Cristo
Jesús. (Gál 2, 16)
A ti, Señor, me acojo:
A ti, Señor, me acojo:
no
quede yo nunca defraudado;
tú,
que eres justo, ponme a salvo,
inclina
tu oído hacia mí;
ven
aprisa a librarme,
sé
la roca de mi refugio,
un
baluarte donde me salve,
tú
que eres mi roca y mi baluarte;
por
tu nombre dirígeme y guíame:
sácame
de la red que me han tendido,
porque
tú eres mi amparo.
En
tus manos encomiendo mi espíritu:
tú,
el Dios leal, me librarás.
Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como
era en el principio, ahora y siempre,
por
los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Sé
tú, Señor, la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve.
Ant.
2 Desde
lo hondo a ti grito, Señor.
Salmo
129 - Desde
lo hondo a ti grito, Señor.
Él salvará a su pueblo de los pecados (Mt 1,21)
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. 2 Desde lo hondo a ti grito, Señor.
Él salvará a su pueblo de los pecados (Mt 1,21)
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. 2 Desde lo hondo a ti grito, Señor.
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Lectura
Breve: Ef 4, 26-27
No
lleguen a pecar;
que la puesta del sol no los sorprenda en su enojo.
No dejen lugar al diablo.
que la puesta del sol no los sorprenda en su enojo.
No dejen lugar al diablo.
Responsorio
Breve
V. En
tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En
tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
V. Tú,
el Dios leal, nos librarás.
R. Te
encomiendo mi espíritu.
V. Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En
tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
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Cántico
Evangélico
Ant. Sálvanos,
Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos,
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
Cántico
de Simeón
Lc 2, 29-32
Ahora,
Señor, según tu promesa,
puedes
dejar a tu siervo irse en paz,
porque
mis ojos han visto a tu Salvador,
a
quien has presentado ante todos los pueblos
luz
para alumbrar a las naciones
y
gloria de tu pueblo Israel.
Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Sálvanos,
Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos,
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
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Oración
Conclusiva
Señor
Jesucristo, tú que eres manso y humilde de corazón
ofreces a los que vienen a ti un yugo llevadero y una carga ligera;
dígnate, pues, aceptar los deseos y las acciones
del día que hemos terminado:
ofreces a los que vienen a ti un yugo llevadero y una carga ligera;
dígnate, pues, aceptar los deseos y las acciones
del día que hemos terminado:
que
podamos descansar durante la noche
para que así, renovado nuestro cuerpo y nuestro espíritu,
perseveremos constantes en tu servicio.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. ¡Amén!
para que así, renovado nuestro cuerpo y nuestro espíritu,
perseveremos constantes en tu servicio.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Bendición
V. El
Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. ¡Amén!
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Dios
te salve,
Reina y Madre de misericordia,
Reina y Madre de misericordia,
vida,
dulzura y esperanza nuestra,
Dios
te salve.
A
ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a
ti suspiramos , gimiendo y llorando
en
este valle de lágrimas.
Ea,
pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve
a nosotros tus ojos misericordiosos,
y
después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto
bendito de tu vientre.
¡Oh
clemente, oh piadosa,
oh
dulce Virgen María!
Antífona Final de la
Santísima Virgen (2)
Bajo
tu amparo nos acogemos,
santa
Madre de Dios,
no
desprecies las oraciones
que
te dirigimos en nuestras necesidades,
antes
bien, líbranos de todo peligro,
oh
Virgen gloriosa y bendita.
Antífona
Final de la Santísima Virgen (3)
Madre
del Redentor,
Virgen
fecunda,
puerta
del cielo siempre abierta,
estrella
del mar,
ven
a librar al pueblo que tropieza
y
se quiere levantar.
Ante
la admiración de cielo y tierra,
engendraste
a tu santo Creador,
y
permaneces siempre virgen.
Recibe
el saludo del ángel Gabriel,
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