Cuaresma,
Martes de la Primera Semana
LAUDES
Oración
de la mañana
Su temática alude al despertar. Su
equivalencia simbólica a la resurrección. El horario habitual en comunidades religiosas es 7 de la mañana, pero se debe
adaptar al ritmo de vida propio: lo normal es entre 6 y 10 hs.
Invitatorio
(Cuando Laudes es la primera oración
litúrgica de la mañana se puede agregar el salmo Invitatorio antes del himno.)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Se añade el Salmo del Invitatorio con la
siguiente antífona:
Ant. A Cristo, el Señor,
que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, vengan, adorémosle.
Salmo 94 Invitación a la Alabanza Divina
Ant. A Cristo, el Señor,
que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, vengan, adorémosle.
Salmo 94 Invitación a la Alabanza Divina
Anímense unos a otro, día tras día, mientras
perdura el hoy. Heb 3, 13
Vengan, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Vengan, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.
Ojalá escuchen hoy su voz:
«No endurezcan el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando sus padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó,
y dije: Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Vengan, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Vengan, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.
Ojalá escuchen hoy su voz:
«No endurezcan el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando sus padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó,
y dije: Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. A Cristo, el Señor,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. A Cristo, el Señor,
que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, vengan, adorémosle.
Himno: Edificaste una torre.
Edificaste una torre
para tu huerta florida;
un lagar para tu vino
y, para el vino, una viña.
Y la viña no dio uvas,
ni el lagar buena bebida:
sólo racimos amargos
y zumos de amarga tinta.
Edificaste una torre,
Señor, para tu guarida;
un huerto de dulces frutos,
una noria de aguas limpias,
un blanco silencio de horas
y un verde beso de brisas.
Y esta casa que es tu torre,
este mi cuerpo de arcilla,
esta sangre que es tu sangre
y esta herida que es tu herida
te dieron frutos amargos,
amargas uvas y espinas.
¡Rompe, Señor, tu silencio,
rompe tu silencio y grita!
Que mi lagar enrojezca
cuando tu planta lo pise,
y que tu mesa se endulce
con el vino de tu viña. ¡Amén!
SALMODIA
Ant 1. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al
monte del Señor.
Salmo 23 - Entrada Solemne de Dios en su Templo.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
Salmo 23 - Entrada Solemne de Dios en su Templo.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
El la fundó sobre los mares,
El la afianzó sobre los ríos.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
¡Portones!, alcen los dinteles,
levántense, puertas antiguas:
levántense, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso; el Señor,
héroe de la guerra.
¡Portones!, alcen los dinteles,
levántense, puertas antiguas:
levántense, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos. Él es
el Rey de la gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor.
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor.
Ant 2. Ensalcen con sus obras al rey de los siglos.
Cantico - Tb 13, 1-10: Esperanza de Israel en Babilonia
Bendito sea Dios, que vive eternamente,
y cuyo reino dura por los siglos: él
azota y se compadece,
hunde hasta el abismo y saca de él, y no
hay quien escape de su mano.
Denle gracias, israelitas, ante los
gentiles,
porque él nos dispersó entre ellos.
Proclamen allí su grandeza, ensálcenlo
ante todos los vivientes:
que él es nuestro Dios y Señor, nuestro
Padre por todos los siglos.
Él nos azota por nuestros delitos, pero
se compadecerá de nuevo,
y os congregará de entre todas las
naciones
por donde están dispersados.
Si vuelven a Él de todo corazón y con
toda el alma,
siendo sinceros con él, Él volverá a ustedes
y no les ocultará su rostro.
Verán lo que hará con ustedes,
le darán gracias a boca llena,
le darán gracias a boca llena,
bendecirán al Señor de la justicia
y ensalzarán al rey de los siglos.
y ensalzarán al rey de los siglos.
Yo le doy gracias en mi cautiverio,
anuncio su grandeza y su poder a un
pueblo pecador.
Conviértanse, pecadores,
obren rectamente en su presencia:
obren rectamente en su presencia:
quizá les mostrará benevolencia
y tendrá compasión.
y tendrá compasión.
Ensalzaré a mi Dios, al rey del cielo,
y me alegraré de su grandeza.
Anuncien todos los pueblos sus
maravillas
y alábenle sus elegidos en Jerusalén..
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Ensalcen con sus obras al rey de los siglos.
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Ensalcen con sus obras al rey de los siglos.
Ant 3. El Señor merece la alabanza de los buenos.
Salmo 32 - Himno al Poder y a la Providencia de Dios.
Aclamen, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Salmo 32 - Himno al Poder y a la Providencia de Dios.
Aclamen, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Den gracias al Señor con la cítara,
toquen en su honor el arpa de diez cuerdas;
toquen en su honor el arpa de diez cuerdas;
cántenle un cántico nuevo,
acompañando su música con aclamaciones:
acompañando su música con aclamaciones:
que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales,
y todas sus acciones son leales,
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
y su misericordia llena la tierra.
La palabra del Señor hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos;
el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano.
mete en un depósito el océano.
Tema al Señor la tierra entera,
tiemblen ante él los habitantes del orbe:
tiemblen ante él los habitantes del orbe:
porque él lo dijo, y existió; él lo
mandó, y surgió.
El Señor deshace los planes de las
naciones,
frustra los proyectos de los pueblos;
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por
siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en
edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo, se fija en
todos los hombres;
desde su morada observa a todos los
habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón, y comprende
todas sus acciones.
No vence el rey por su gran ejército,
no escapa el soldado por su mucha fuerza,
no escapa el soldado por su mucha fuerza,
nada valen sus caballos para la
victoria,
ni por su gran ejército se salva.
ni por su gran ejército se salva.
Los ojos del Señor están puestos en sus
fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
y reanimarlos en tiempo de hambre.
Nosotros esperamos en el Señor:
él es nuestro auxilio y escudo,
él es nuestro auxilio y escudo,
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos.
en su santo nombre confiamos.
Que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El Señor merece la alabanza de los buenos.
venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El Señor merece la alabanza de los buenos.
Lectura Breve Jl 2, 12-13
Conviértanse a mí de todo corazón con
ayuno, con llanto, con luto.
Rasguen sus corazones y no sus vestiduras,
y conviértanse al Señor, su Dios,
porque es compasivo y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas.
Rasguen sus corazones y no sus vestiduras,
y conviértanse al Señor, su Dios,
porque es compasivo y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas.
Responsorio Breve
V. Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. Él me librará de la red del cazador.
Cántico Evangélico
Ant. Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación,
según lo había predicho por boca de sus santos profetas.
Cántico de Zacarías- Lc 1, 68-79. El Mesías y su Precursor
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación,
según lo había predicho por boca de sus santos profetas.
Preces
Bendigamos a Cristo, pan vivo bajado del cielo, y digámosle:
Preces
Bendigamos a Cristo, pan vivo bajado del cielo, y digámosle:
R./ Cristo, pan de las almas y salvación de los hombres,
fortalece nuestra debilidad.
Señor, sacia nuestra hambre en el
banquete de tu eucaristía
- y danos participar plenamente de los bienes de tu
sacrificio pascual.
Concédenos, Maestro bueno, escuchar tu
palabra con un corazón noble
- y haz que perseveremos hasta dar fruto.
Que con nuestro trabajo, Señor,
cooperemos contigo para mejorar el mundo,
- para que así, por la acción de tu Iglesia, reine en él
la paz.
Reconocemos, Señor, que hemos pecado;
- perdona nuestras faltas por tu gran misericordia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Unidos fraternalmente, acudamos ahora al Padre de todos:
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Unidos fraternalmente, acudamos ahora al Padre de todos:
- Padre Nuestro…
Oración
Señor, mira con amor a tu pueblo,
que trata de purificar su espíritu en estos días cuaresmales
con la moderación en el uso de las cosas terrenas,
y haz que esta sobriedad alimente en él el deseo de poseerte.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Conclusión
Si preside un presbítero o un diácono, bendice al pueblo como el obispo, o bien con la bendición común:
que trata de purificar su espíritu en estos días cuaresmales
con la moderación en el uso de las cosas terrenas,
y haz que esta sobriedad alimente en él el deseo de poseerte.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Conclusión
Si preside un presbítero o un diácono, bendice al pueblo como el obispo, o bien con la bendición común:
V. El
Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R. ¡Amén!
Si se despide de la comunidad añade:
V. Pueden ir en Paz.
R. ¡Demos gracias a Dios!
En el rezo individual o en una celebración
comunitaria presidida por un ministro no ordenado, se dice:
V. El Señor nos bendiga,
nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. En Paz
R. ¡Amén!
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Martes de la Primera Semana
VÍSPERAS
Oración de la tarde
Su temática es el
fin del trabajo y del día activo. Su equivalencia simbólica es la Venida del
Señor.
Un horario entre las 7 y las 10 de la noche es el más adecuado.
Los días que preceden a una Solemnidad no tienen Vísperas.
Las «Primeras Vísperas» son la misma oración que Vísperas, pero para los domingos y solemnidades,
que comienzan la tarde anterior y por lo tanto tienen dos vísperas: las «primeras», que son la tarde anterior
(la del sábado, en el caso de un domingo), y las «segundas», que son las de la propia tarde cronológica
(la tarde del domingo, siguiendo el mismo caso).
Evidentemente, el día anterior cede parte de su tiempo al domingo o solemnidad y no tiene vísperas.
Los días que preceden a una Solemnidad no tienen Vísperas.
Las «Primeras Vísperas» son la misma oración que Vísperas, pero para los domingos y solemnidades,
que comienzan la tarde anterior y por lo tanto tienen dos vísperas: las «primeras», que son la tarde anterior
(la del sábado, en el caso de un domingo), y las «segundas», que son las de la propia tarde cronológica
(la tarde del domingo, siguiendo el mismo caso).
Evidentemente, el día anterior cede parte de su tiempo al domingo o solemnidad y no tiene vísperas.
Invocación Inicial
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Himno: No me pesa, Señor, haber faltado.
No me pesa, Señor, haber faltado
por el eterno mal que he merecido,
ni me pesa tampoco haber perdido
el cielo como pena a mi pecado.
Pésame haber tus voces despreciado
y tus justos mandatos infringido,
porque con mis errores he ofendido
tu corazón, Señor, por mí llagado.
Llorar quiero mis culpas humillado,
y buscar a mis males dulce olvido
en la herida de amor de tu costado.
Quiero tu amor pagar, agradecido,
amándote cual siempre me has amado
y viviendo contigo arrepentido. ¡Amén!
SALMODIA
Ant 1. El Señor da la victoria a su Ungido.
Salmo 19: - Oración por la Victoria del Rey.
Que te escuche el Señor el día del
peligro,
que te sostenga el nombre del Dios de
Jacob;
que te envíe auxilio desde el santuario,
que te apoye desde el monte Sión;
que se acuerde de todas tus ofrendas,
que le agraden tus sacrificios;
que cumpla el deseo de tu corazón,
que dé éxito a todos tus planes.
Que podamos celebrar tu victoria
y en el nombre de nuestro Dios alzar
estandartes;
que el Señor te conceda todo lo que
pides.
Ahora reconozco que el Señor
da la victoria a su Ungido,
que lo ha escuchado desde su santo
cielo,
con los prodigios de su mano victoriosa.
Unos confían en sus carros, otros en su
caballería;
nosotros invocamos el nombre del Señor,
Dios nuestro.
Ellos cayeron derribados, nosotros nos
mantenemos en pie.
Señor, da la victoria al rey y
escúchanos cuando te invocamos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El Señor da la victoria a su Ungido.
Ant 2. Al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Salmo 20, 2-8. 14: Acción de Gracias por la Victoria del Rey.
Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus
labios.
Te adelantaste a bendecirlo con el
éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de
oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término.
Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia;
porque el rey confía en el Señor,
y con la gracia del Altísimo no
fracasará.
Levántate, Señor, con tu fuerza,
y al son de instrumentos cantaremos tu
poder.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Ant 3. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de
sacerdotes para nuestro Dios.
Cántico - Ap 4, 11; 5, 9-10. 12: Himno a Dios Creador.
Eres digno, Señor Dios nuestro, de
recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía
fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus
sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y
nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la
sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la
alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de
sacerdotes para nuestro Dios.
Lectura Breve St 2, 14. 17. 18b
Hermanos, ¿qué provecho saca uno con
decir: «Yo tengo fe», si no tiene obras?
¿Podrá acaso salvarlo la fe? La fe, si no va acompañada de las obras,
está muerta en su soledad.
Pruébame tu fe sin obras que yo por mis obras te probaré mi fe.
¿Podrá acaso salvarlo la fe? La fe, si no va acompañada de las obras,
está muerta en su soledad.
Pruébame tu fe sin obras que yo por mis obras te probaré mi fe.
Responsorio Breve
V. Yo
dije: «Señor, ten misericordia.»
R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
V. Sáname,
porque he pecado contra ti.
R. Señor, ten misericordia.
R. Señor, ten misericordia.
V. Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
Cántico Evangélico
Ant. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento,
cierra la puerta y ora a tu Padre.
Los santos tienen su morada en el reino de Dios,
y allí han encontrado descanso eterno.
Los santos tienen su morada en el reino de Dios,
y allí han encontrado descanso eterno.
Cántico de María - Lc 1, 46-55. Alegría del Alma en El Señor
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi
salvador;
porque ha mirado la humillación de su
esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las
generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras
grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus
fieles
de generación en generación.
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de
bienes
y a los ricos los despide vacíos.
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros
padres-
en favor de Abraham y su descendencia
por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento,
cierra la puerta y ora a tu Padre.
Los santos tienen su morada en el reino de Dios,
y allí han encontrado descanso eterno.
Preces
A Cristo, el Señor, que nos mandó velar
y orar
a fin de no sucumbir en la tentación, digámosle confiadamente:
a fin de no sucumbir en la tentación, digámosle confiadamente:
R./ Señor, escucha y ten piedad.
Señor, tú que prometiste estar presente
cuando tus discípulos se reúnen en tu nombre para orar,
- haz que oremos siempre unidos a ti en el Espíritu
Santo,
a fin de que tu reino llegue a todos los hombres.
a fin de que tu reino llegue a todos los hombres.
Purifica de todo pecado a la Iglesia
penitente
- y haz que viva siempre en la esperanza y el gozo del
Espíritu Santo.
Amigo del hombre, haz que estemos
siempre atentos, como tú nos mandaste, al bien del prójimo,
- para que la luz de tu amor brille a través de nosotros
ante todos los hombres.
Rey pacífico, haz que tu paz reine en el
mundo
- y que nosotros trabajemos sin cesar para conseguirla.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que has muerto para que nosotros
tengamos vida,
- da la vida eterna a los que han muerto.
Terminemos nuestra oración diciendo
juntos las palabras del Señor
y pidiendo al Padre que nos libre de todo mal:
y pidiendo al Padre que nos libre de todo mal:
- Padre nuestro...
Oración
Señor, mira con amor a tu pueblo,
que trata de purificar su espíritu en estos días cuaresmales
con la moderación en el uso de las cosas terrenas,
y haz que esta sobriedad alimente en él el deseo de poseerte.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
que trata de purificar su espíritu en estos días cuaresmales
con la moderación en el uso de las cosas terrenas,
y haz que esta sobriedad alimente en él el deseo de poseerte.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Conclusión
Si preside un presbítero o un diácono, bendice al pueblo como el obispo, o bien con la bendición común:
Si preside un presbítero o un diácono, bendice al pueblo como el obispo, o bien con la bendición común:
V. El
Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes.
R. ¡Amén!
Si se despide de la comunidad añade:
V. Pueden ir en Paz.
R. ¡Demos gracias a Dios!
En el rezo individual o en una celebración
comunitaria presidida por un ministro no ordenado, se dice:
V. El Señor nos bendiga,
nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. En Paz
R. ¡Amén!
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Cuaresma - Martes de la Primera Semana
COMPLETAS
Oración antes del descanso nocturno
Sus
textos aluden al sueño.Su equivalencia simbólica con la muerte.
El mejor horario para rezarlas es antes de irnos a dormir.
Aunque hay una Completas para cada día de la semana, es costumbre -aceptada en las rúbricas- que quienes desean rezarlas de memoria, lo hagan siempre con una de las dos Completas de domingo, ya sea la de después de Primeras Vísperas o la de después de Segundas Vísperas.
Las Completas no tienen vinculación estrecha con el desarrollo del calendario litúrgico, excepto el «aleluya» al final de las antífonas e invocaciones en tiempo pascual.
Invocación Inicial
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén.
Examen de Conciencia (Fórmula 1)
En este momento es oportuno hacer examen de conciencia o revisión de la jornada.
El mejor horario para rezarlas es antes de irnos a dormir.
Aunque hay una Completas para cada día de la semana, es costumbre -aceptada en las rúbricas- que quienes desean rezarlas de memoria, lo hagan siempre con una de las dos Completas de domingo, ya sea la de después de Primeras Vísperas o la de después de Segundas Vísperas.
Las Completas no tienen vinculación estrecha con el desarrollo del calendario litúrgico, excepto el «aleluya» al final de las antífonas e invocaciones en tiempo pascual.
Invocación Inicial
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén.
Examen de Conciencia (Fórmula 1)
En este momento es oportuno hacer examen de conciencia o revisión de la jornada.
Después, se prosigue con la fórmula
siguiente:
V. Hermanos,
habiendo llegado al final de esta jornada
que Dios nos ha concedido,
reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
que Dios nos ha concedido,
reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran
culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre
Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes,
hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro
Señor.
V. El
Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. ¡Amén!
Examen de Conciencia (Fórmula 2)
En este momento es oportuno hacer examen de conciencia o revisión de la jornada.
Después, se prosigue con la fórmula siguiente:
En este momento es oportuno hacer examen de conciencia o revisión de la jornada.
Después, se prosigue con la fórmula siguiente:
V. Señor,
ten misericordia de nosotros.
R. Porque hemos pecado contra ti.
V. Muéstranos,
Señor, tu misericordia.
R. Y danos tu salvación.
Examen de Conciencia (Fórmula 3)
En este momento es oportuno hacer examen de conciencia o revisión de la jornada.
Después, se prosigue con la fórmula siguiente:
En este momento es oportuno hacer examen de conciencia o revisión de la jornada.
Después, se prosigue con la fórmula siguiente:
V. Tú
que has sido enviado a sanar los corazones afligidos: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
V. Tú
que has venido a llamar a los pecadores: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.
V. Tú que estás sentado a la derecha del Padre
para interceder por nosotros: Señor, ten piedad.
V. Tú que estás sentado a la derecha del Padre
para interceder por nosotros: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
Himno: Cuando llegó el instante de tu muerte.
Cuando llegó el instante de tu muerte
inclinaste la frente hacia la tierra,
como todos los mortales;
mas no eras tú el hombre derribado,
sino el Hijo que muerto nos contempla.
Cuando me llegue el tránsito esperado
y siga sin retorno por mi senda,
como todos los mortales,
el sueño de tu rostro será lumbre
y tu gloria mi gloria venidera.
El silencio sagrado de la noche
tu paz y tu venida nos recuerdan,
Cristo, luz de los mortales;
acepta nuestro sueño necesario
como secreto amor que a ti se llega.
¡Amén!
SALMODIA
Ant 1. No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.
Salmo 142, 1-11 - Lamentación y Súplica ante la Angustia
Señor, escucha mi oración; tú que eres
fiel, atiende a mi súplica;
tú que eres justo, escúchame.
No llames a juicio a tu siervo,
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.
El enemigo me persigue a muerte, empuja
mi vida al sepulcro,
me confina a las tinieblas como a los
muertos ya olvidados.
mi aliento desfallece, mi corazón dentro
de mí está yerto.
Recuerdo los tiempos antiguos, medito
todas tus acciones,
considero las obras de tus manos
y extiendo mis brazos hacia ti: tengo
sed de ti como tierra reseca.
Escúchame en seguida, Señor, que me
falta el aliento.
No me escondas tu rostro, igual que a
los que bajan a la fosa.
En la mañana hazme escuchar tu gracia,
ya que confío en ti;
indícame el camino que he de seguir,
pues levanto mi alma a ti.
Líbrame del enemigo, Señor, que me
refugio en ti.
Enséñame a cumplir tu voluntad, ya que
tú eres mi Dios.
Tu espíritu, que es bueno, me guíe por
tierra llana.
Por tu nombre, Señor, consérvame vivo;
por tu clemencia, sácame de la angustia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.
Lectura Breve: 1Pe 5, 9-10
Sean sobrios, estén despiertos:
Su enemigo, el diablo, como león rugiente,
ronda buscando a quien devorar;
resístanle, firmes en la fe.
Responsorio Breve
V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
V. Tú,
el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.
V. Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Cántico Evangélico
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras
dormimos,
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
Cántico de Simeón Lc 2, 29-32
Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,
porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los
pueblos
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y
siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras
dormimos,
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
Oración
Ilumina, Señor, nuestra noche y
concédenos un descanso tranquilo;
que mañana nos levantemos en tu nombre y
podamos contemplar,
con salud y gozo, el clarear del nuevo
día.
Por Cristo nuestro Señor. ¡Amén!
Por Cristo nuestro Señor. ¡Amén!
Bendición
V. El
Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. ¡Amén!
Antífona Final de la Santísima Virgen
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
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