Martes
de la Primera Semana
LAUDES
Oración de la
mañana
Invitatorio
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Al Señor, al gran Rey, vengan, adorémosle.
Salmo 94 Invitación a la Alabanza Divina
Vengan, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Vengan, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.
Ojalá escuchen hoy su voz:
«No endurezcan el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando sus padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años aquella generación me repugnó,
y dije: Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Al Señor, al gran Rey, vengan, adorémosle.
Himno: Al
canto de los gallos.
Al canto de los gallos
viene la
aurora;
los
temores se alejan
como las
sombras.
¡Dios,
Padre nuestro,
en tu
nombre dormimos
y
amanecemos!
Como luz
nos visitas,
Rey de
los hombres,
como amor
que vigila
siempre
de noche;
cuando el
que duerme
bajo el
signo del sueño
prueba la
muerte.
Del sueño
del pecado
nos
resucitas,
y es
señal de tu gracia
la luz
amiga.
¡Dios que
nos velas!,
tú nos
sacas por gracia
de las
tinieblas.
Gloria al
Padre y al Hijo,
gloria al
Espíritu,
al que es
paz, luz y vida,
al Uno y
Trino;
gloria a
su nombre
y al
misterio divino
que nos
lo esconde.
¡Amén!
SALMODIA
Ant 1. El
hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor.
Salmo 23 - Entrada Solemne de Dios en su Templo.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
Salmo 23 - Entrada Solemne de Dios en su Templo.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus
habitantes:
El la fundó sobre los
mares,
El la afianzó sobre los
ríos.
¿Quién puede subir al
monte del Señor?
¿Quién puede estar en el
recinto sacro?
El hombre de manos
inocentes y puro corazón,
que no confía en los
ídolos
ni jura contra el prójimo
en falso.
Ese recibirá la bendición
del Señor,
le hará justicia el Dios
de salvación.
Este es el grupo que busca
al Señor,
que viene a tu presencia,
Dios de Jacob.
¡Portones!, alcen los
dinteles,
levántense, puertas antiguas:
levántense, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la
gloria.
¿Quién es ese Rey de la
gloria?
El Señor, héroe valeroso; el
Señor, héroe de la guerra.
¡Portones!, alcen los
dinteles,
levántense, puertas antiguas:
levántense, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la
gloria.
¿Quién es ese Rey de la
gloria?
El Señor, Dios de los
ejércitos. Él es el Rey de la gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor.
Ant 2. Ensalcen con sus
obras al rey de los siglos.
Cantico - Tb 13, 1-10: Esperanza de Israel en Babilonia
Bendito sea Dios, que vive eternamente,
Cantico - Tb 13, 1-10: Esperanza de Israel en Babilonia
Bendito sea Dios, que vive eternamente,
y cuyo reino dura por los
siglos: él azota y se compadece,
hunde hasta el abismo y
saca de él, y no hay quien escape de su mano.
Denle gracias, israelitas,
ante los gentiles,
porque él nos dispersó
entre ellos.
Proclamen allí su
grandeza, ensálcenlo ante todos los vivientes:
que él es nuestro Dios y
Señor, nuestro Padre por todos los siglos.
Él nos azota por nuestros
delitos, pero se compadecerá de nuevo,
y os congregará de entre
todas las naciones
por donde están
dispersados.
Si vuelven a Él de todo
corazón y con toda el alma,
siendo sinceros con él, Él
volverá a ustedes
y no les ocultará su
rostro.
Verán lo que hará con ustedes,
le darán gracias a boca llena,
bendecirán al Señor de la
justicia y ensalzarán al rey de los siglos.
Yo le doy gracias en mi
cautiverio,
anuncio su grandeza y su
poder a un pueblo pecador.
Conviértanse, pecadores, obren
rectamente en su presencia:
quizá les mostrará
benevolencia y tendrá compasión.
Ensalzaré a mi Dios, al
rey del cielo,
y me alegraré de su
grandeza.
Anuncien todos los pueblos
sus maravillas
y alábenle sus elegidos en
Jerusalén..
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Ensalcen con sus obras al rey de los siglos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Ensalcen con sus obras al rey de los siglos.
Ant 3. El Señor merece
la alabanza de los buenos.
Salmo 32 - Himno al Poder y a la Providencia de Dios.
Aclamen, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
Salmo 32 - Himno al Poder y a la Providencia de Dios.
Aclamen, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
Den gracias al Señor con
la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cántenle un cántico nuevo,
acompañando su música con aclamaciones:
que la palabra del Señor
es sincera, y todas sus acciones son leales,
él ama la justicia y el
derecho, y su misericordia llena la tierra.
La palabra del Señor hizo
el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas
marinas, mete en un depósito el océano.
Tema al Señor la tierra
entera, tiemblen ante él los habitantes del orbe:
porque él lo dijo, y
existió; él lo mandó, y surgió.
El Señor deshace los
planes de las naciones, frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor
subsiste por siempre,
los proyectos de su
corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo
Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el
cielo, se fija en todos los hombres;
desde su morada observa a
todos los habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón, y
comprende todas sus acciones.
No vence el rey por su
gran ejército, no escapa el soldado por su mucha fuerza,
nada valen sus caballos
para la victoria, ni por su gran ejército se salva.
Los ojos del Señor están
puestos en sus fieles,
en los que esperan en su
misericordia,
para librar sus vidas de
la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.
Nosotros esperamos en el
Señor: él es nuestro auxilio y escudo,
con él se alegra nuestro
corazón, en su santo nombre confiamos.
Que tu misericordia,
Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El Señor merece la alabanza de los buenos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El Señor merece la alabanza de los buenos.
Lectura Breve Rm
13, 11b. 12-13a
Ya es hora que despierten del sueño.
La noche va pasando, el día está encima;
desnudémonos, pues, de las obras de las tinieblas
y vistámonos de las armas de la luz.
y vistámonos de las armas de la luz.
Andemos como en pleno día, con dignidad.
Responsorio Breve
V. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
V. Solo él hizo maravillas.
R. En que me amparo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
Cántico
Evangélico
Ant. Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación,
según lo había predicho por boca de sus santos profetas.
Cántico de Zacarías- Lc 1, 68-79. El Mesías y su Precursor
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación,
según lo había predicho por boca de sus
santos profetas.
Preces
Ya que hemos sido llamados a participar de una vocación celestial,
Ya que hemos sido llamados a participar de una vocación celestial,
bendigamos por ello a
Jesús, el pontífice de nuestra fe,
y supliquémosle diciendo:
R:/ Escúchanos, Señor.
Señor Jesús, que por el bautismo has hecho de nosotros un sacerdocio real,
y supliquémosle diciendo:
R:/ Escúchanos, Señor.
Señor Jesús, que por el bautismo has hecho de nosotros un sacerdocio real,
- haz que nuestra
vida sea un continuo sacrificio de alabanza.
Ayúdanos, Señor, a guardar
tus mandatos
- para que por la
fuerza del Espíritu Santo
nosotros permanezcamos en ti y tú en nosotros.
nosotros permanezcamos en ti y tú en nosotros.
Danos tu sabiduría eterna
- para que
permanezca con nosotros y con nosotros trabaje.
Concédenos ser la alegría
de cuantos nos rodean
- y fuente de
esperanza para los decaídos..
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Como hijos que somos de Dios,
dirijámonos a nuestro Padre con la oración que Cristo nos enseñó:
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Como hijos que somos de Dios,
dirijámonos a nuestro Padre con la oración que Cristo nos enseñó:
- Padre Nuestro…
Oración
Escucha,
Señor, nuestra oración matutina
y con la luz de tu
misericordia alumbra la oscuridad de nuestro corazón:
para que, habiendo sido
iluminados por tu claridad,
no andemos nunca tras las
obras de las tinieblas.
Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Conclusión
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. ¡Amén!
Conclusión
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. ¡Amén!
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Martes
de la Primera Semana
VÍSPERAS
Oración de la
tarde
Invocación Inicial
V. Dios mío, ven
en mi auxilio
R. Señor, date
prisa en socorrerme.
V. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el
principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
¡Amén. Aleluya!
¡Amén. Aleluya!
Himno: Libra mis
ojos de la muerte.
Nos dijeron de noche
que estabas muerto,
y la fe estuvo en vela
junto a tu cuerpo;
La noche entera,
la pasamos queriendo
mover la piedra.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra la
gloria del Señor.
No supieron contarlo
los centinelas,
nadie supo la hora
ni la manera;
antes del día,
se cubrieron de gloria
tus cinco heridas.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra la
gloria del Señor.
Si los cinco sentidos
buscan el sueño,
que la fe tenga el suyo
vivo y despierto; la fe
velando,
para verte de noche resucitando.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra la
gloria del Señor. ¡Amén!
SALMODIA
Ant 1. El Señor da la victoria a su Ungido.
Salmo 19: - Oración
por la Victoria del Rey..
Que te escuche el Señor el
día del peligro,
que te sostenga el nombre
del Dios de Jacob;
que te envíe auxilio desde
el santuario,
que te apoye desde el
monte Sión;
que se acuerde de todas
tus ofrendas,
que le agraden tus
sacrificios;
que cumpla el deseo de tu
corazón,
que dé éxito a todos tus
planes.
Que podamos celebrar tu
victoria
y en el nombre de nuestro
Dios alzar estandartes;
que el Señor te conceda
todo lo que pides.
Ahora reconozco que el
Señor
da la victoria a su
Ungido,
que lo ha escuchado desde
su santo cielo,
con los prodigios de su
mano victoriosa.
Unos confían en sus
carros, otros en su caballería;
nosotros invocamos el
nombre del Señor, Dios nuestro.
Ellos cayeron derribados, nosotros
nos mantenemos en pie.
Señor, da la victoria al
rey y escúchanos cuando te invocamos.
Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. El Señor da la victoria a su Ungido.
Ant 2. Al son de
instrumentos cantaremos tu poder.
Salmo 20, 2-8.
14: Acción de Gracias por la Victoria del Rey.
Señor, el rey se alegra
por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu
victoria!
Le has concedido el deseo
de su corazón,
no le has negado lo que
pedían sus labios.
Te adelantaste a
bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza
una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has
concedido,
años que se prolongan sin
término.
Tu victoria ha
engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y
majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu
presencia;
porque el rey confía en el
Señor,
y con la gracia del
Altísimo no fracasará.
Levántate, Señor, con tu
fuerza,
y al son de instrumentos
cantaremos tu poder.
Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Al son de
instrumentos cantaremos tu poder.
Ant 3. Has hecho de
nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
Cántico - Ap 4,
11; 5, 9-10. 12: Himno a Dios Creador.
Eres digno, Señor Dios
nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el
universo;
porque por tu voluntad lo
que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el
libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste
para Dios
hombres de toda raza,
lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para
nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero
degollado
de recibir el poder, la
riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la
gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Has hecho de
nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
Lectura Breve 1Jn 3, 1a. 2
Miren qué amor nos ha
tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios,
pues ¡lo somos!
Queridos hermanos, ahora
somos hijos de Dios
y aún no se ha manifestado
lo que seremos.
Sabemos que, cuando se
manifieste,
seremos semejantes a él,
porque lo veremos tal cual es..
Responsorio
Breve
V. Tu palabra,
Señor, es eterna, más estable que el cielo.
R. Tu palabra,
Señor, es eterna, más estable que el cielo.
V. Tu fidelidad
de generación en generación.
R. Más estable que el cielo.
R. Más estable que el cielo.
V. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Tu palabra,
Señor, es eterna, más estable que el cielo.
Cántico
Evangélico
Ant. Se alegra mi
espíritu en Dios mi salvador.
Cántico de María
- Lc 1, 46-55. Alegría del Alma en El Señor
Proclama mi alma la
grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en
Dios, mi salvador;
porque ha mirado la
humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán
todas las generaciones,
porque el Poderoso ha
hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a
sus fieles
de generación en generación.
de generación en generación.
El hace proezas con su
brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los
poderosos
y enaltece a los humildes,
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los
colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su
siervo,
acordándose de su misericordia
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a
nuestros padres-
en favor de Abraham y su
descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Se alegra mi
espíritu en Dios mi salvador.
Preces
Alabemos a Cristo, que
mora en medio de nosotros, su pueblo adquirido, y supliquémosle diciendo:
R:/ Por el honor
de tu nombre, escúchanos, Señor.
Dueño y Señor de los
pueblos,
acude en ayuda de todas
las naciones y de los que las gobiernan
- que todos los
hombres sean fieles a tu voluntad y trabajen por el bien y la paz.
Tú que al subir al cielo
llevaste contigo una gran multitud de cautivos,
- devuelve la
libertad de los hijos de Dios a nuestros hermanos que sufren esclavitud en el
cuerpo o en el espíritu.
Concede, Señor, a los
jóvenes la realización de sus esperanzas
- y que sepan
responder a tus llamadas en el transcurso de su vida.
Que los niños imiten tu
ejemplo
- y crezcan
siempre en sabiduría y en gracia.
Se pueden añadir
algunas intenciones libres
Acoge a los difuntos en tu
reino,
- donde también
nosotros esperamos reinar un día contigo.
Con el gozo de sabernos
hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre:
- Padre
nuestro...
Oración
Te damos gracias, Señor
Dios todopoderoso,
porque has permitido que
lleguemos a esta noche;
te pedimos aceptes con
agrado el alzar de nuestras manos
como ofrenda de la tarde.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,
por los siglos de los
siglos. ¡Amén!
Conclusión
V. El Señor nos
bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. ¡Amén!
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Martes
de la Primera Semana
COMPLETAS
Oración antes
del descanso nocturno
Invocación
Inicial
V. Dios mío, ven
en mi auxilio
R. Señor, date
prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el
principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
¡Amén. Aleluya!
¡Amén. Aleluya!
Examen de
Conciencia
V. Hermanos,
habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido,
reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
Yo confieso ante Dios
todopoderoso y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho de
pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi
culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María,
siempre Virgen,
a los ángeles, a los
santos y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante
Dios, nuestro Señor.
V. El Señor
todopoderoso tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
Himno: Se inclina ya mi frente.
Se inclina ya mi frente,
sellado está el trabajo;
Señor, tu pecho sea
la gracia del descanso.
Mis ojos se retiran,
la voz deja su canto,
pero el amor enciende
su lámpara velando.
Lucero que te fuiste,
con gran amor amado,
en tu gloria dormimos
y en sueños te adoramos. ¡Amén!
SALMODIA
Ant 1. No me escondas
tu rostro, ya que confío en ti.
Salmo 142, 1-11
- Lamentación y Súplica ante la Angustia
Señor, escucha mi oración;
tú que eres fiel, atiende a mi súplica;
tú que eres justo,
escúchame.
No llames a juicio a tu
siervo,
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.
El enemigo me persigue a
muerte, empuja mi vida al sepulcro,
me confina a las tinieblas
como a los muertos ya olvidados.
mi aliento desfallece, mi
corazón dentro de mí está yerto.
Recuerdo los tiempos
antiguos, medito todas tus acciones,
considero las obras de tus
manos
y extiendo mis brazos
hacia ti: tengo sed de ti como tierra reseca.
Escúchame en seguida,
Señor, que me falta el aliento.
No me escondas tu rostro, igual
que a los que bajan a la fosa.
En la mañana hazme
escuchar tu gracia, ya que confío en ti;
indícame el camino que he
de seguir, pues levanto mi alma a ti.
Líbrame del enemigo,
Señor, que me refugio en ti.
Enséñame a cumplir tu
voluntad, ya que tú eres mi Dios.
Tu espíritu, que es bueno,
me guíe por tierra llana.
Por tu nombre, Señor,
consérvame vivo;
por tu clemencia, sácame
de la angustia.
Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. No me escondas
tu rostro, ya que confío en ti.
Lectura
Breve: 1Pe 5, 9-10
Sean sobrios, estén
despiertos:
Su enemigo, el diablo, como león rugiente,
ronda buscando a quien devorar;
resístanle, firmes en la fe.
Su enemigo, el diablo, como león rugiente,
ronda buscando a quien devorar;
resístanle, firmes en la fe.
Responsorio
Breve
V. En tus manos,
Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos,
Señor, encomiendo mi espíritu.
V. Tú, el Dios
leal, nos librarás.
R. Te encomiendo
mi espíritu.
V. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos,
Señor, encomiendo mi espíritu.
Cántico
Evangélico
Ant. Sálvanos, Señor,
despiertos, protégenos mientras dormimos,
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
Cántico de
Simeón Lc 2, 29-32
Ahora, Señor, según tu
promesa,
puedes dejar a tu siervo
irse en paz,
porque mis ojos han visto
a tu Salvador,
a quien has presentado
ante todos los pueblos
luz para alumbrar a las
naciones
y gloria de tu pueblo
Israel.
Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Sálvanos, Señor,
despiertos, protégenos mientras dormimos,
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
Oración
Ilumina, Señor, nuestra
noche y concédenos un descanso tranquilo;
que mañana nos levantemos
en tu nombre y podamos contemplar,
con salud y gozo, el
clarear del nuevo día.
Por Cristo nuestro Señor. ¡Amén!
Por Cristo nuestro Señor. ¡Amén!
Bendición
V. El Señor
todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. ¡Amén!
Antífona Final
de la Santísima Virgen
Bajo tu amparo nos
acogemos,
santa Madre de Dios,
no desprecies las
oraciones
que te dirigimos en
nuestras necesidades,
antes bien líbranos de
todo peligro,
oh Virgen gloriosa y
bendita.oh dulce Virgen María!
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