SOBRE EL OFICIO
DIVINO
En el Oficio Divino se rezan himnos, antífonas, salmos, etc.
La gran mayoría son textos extraídos de la Biblia y ordenados de manera estructurada y metódica,
de tal forma que, al leerlas, meditarlas, y compartirlas, van dirigidas a Dios
usando las mismas palabras con las que Él nos habla.
Al orar en comunión con la Iglesia Universal, esperamos que Nuestro Dios las escuche y nos atienda.
IMPORTANTE:
En ningún caso es vinculante o aplicable a situaciones específicas
en las que solo el pastor o la iglesia responsable tiene la capacidad de adoptar.
La Parroquia y cualquiera de sus ministerios no somos responsables
de la interpretación, aplicación, daño a terceros de cualquier tipo, daño a la propiedad
o cualquier otro que pueda surgir de los documentos que compartimos.
Las autoridades eclesiásticas tienen que decidir
lo que es apropiado y cómo aplicar las reglas actuales de la Iglesia.
La información que publicamos es de buena fe y gratuita.
P. Diego Cabrera Rojas
Liturgia de las Horas para Latinoamérica
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Tiempo de Cuaresma - Lunes de la Semana IV
Del Propio del Tiempo. Salterio IV
LAUDES - Oración de la mañana
de que Él esté en
nosotros,
entonces somos
realmente vivificados
por Él,
como miembros vivos
suyos:
Pues en Él -como dice el Apóstol-
vivimos, nos movemos y existimos."
San Columbano.
Pues en Él -como dice el Apóstol-
vivimos, nos movemos y existimos."
San Columbano.
Las Laudes de la mañana
se dirigen y ordenan
con la finalidad de santificar la mañana.
Al celebrarse con la salida del sol, nos recuerdan la resurrección de Jesús, El Señor,
la luz verdadera que ilumina a todos los hombres (cf Jn 1,9) y el “Sol de Justicia (Mal 3, 20) que nace de lo alto (Lc 1, 78).
se dirigen y ordenan
con la finalidad de santificar la mañana.
Al celebrarse con la salida del sol, nos recuerdan la resurrección de Jesús, El Señor,
la luz verdadera que ilumina a todos los hombres (cf Jn 1,9) y el “Sol de Justicia (Mal 3, 20) que nace de lo alto (Lc 1, 78).
Toda su temática alude al despertar y a su equivalencia simbólica con la resurrección.
En las comunidades religiosas, el horario habitual es las 7 de la mañana,
aunque, naturalmente, se debe adaptar al propio ritmo de vida: lo normal es entre 6 y 10 hs.
Invitatorio
Cuando
Laudes es la primera oración litúrgica de la mañana se puede agregar el salmo
Invitatorio antes del himno.
Esta invocación inicial se omite cuando las Laudes empiezan con el Invitatorio.
En el rezo privado, puede decirse la antífona sólo al inicio y al fin. (Se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V. † Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Esta invocación inicial se omite cuando las Laudes empiezan con el Invitatorio.
En el rezo privado, puede decirse la antífona sólo al inicio y al fin. (Se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V. † Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
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Salmo del Invitatorio
Luego puede decirse el salmo del Invitatorio, con su antífona, como se indica al comienzo,
Luego puede decirse el salmo del Invitatorio, con su antífona, como se indica al comienzo,
o, si se prefiere, omitido el salmo, se dice en seguida el himno.
(Cuando se aplica la forma responsorial, la asamblea repite la antífona después de cada estrofa)
Además de los himnos que aparecen aquí, pueden usarse, sobre todo en las celebraciones con el pueblo,
otros cantos oportunos y debidamente aprobados.
(Cuando se aplica la forma responsorial, la asamblea repite la antífona después de cada estrofa)
Además de los himnos que aparecen aquí, pueden usarse, sobre todo en las celebraciones con el pueblo,
otros cantos oportunos y debidamente aprobados.
El salmo 94 puede sustituirse por el 99, el 66 o el 24. En tal caso, si el salmo escogido
formara parte de la salmodia del día, se dirá en su lugar, en la salmodia, el salmo 94.
formara parte de la salmodia del día, se dirá en su lugar, en la salmodia, el salmo 94.
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Salmos del Invitatorio
Se añade el Salmo del Invitatorio. Cuando se usa la forma responsorial,
se recita la antífona y la asamblea la repite.
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Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado
Salmos del Invitatorio
Se añade el Salmo del Invitatorio. Cuando se usa la forma responsorial,
se recita la antífona y la asamblea la repite.
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Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado
y por nosotros murió, vengan, adorémosle.
Salmo 94 Invitación a la Alabanza Divina
Anímense unos a otros cada día, mientras dura este hoy, para que nadie se endurezca seducido por el pecado. Heb. 3, 13
Vengan, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
† entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Vengan, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.
Ojalá escuchen hoy su voz:
«No endurezcan el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando sus padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó,
y dije: Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado
Salmo 94 Invitación a la Alabanza Divina
Anímense unos a otros cada día, mientras dura este hoy, para que nadie se endurezca seducido por el pecado. Heb. 3, 13
Vengan, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
† entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Vengan, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.
Ojalá escuchen hoy su voz:
«No endurezcan el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando sus padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó,
y dije: Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado
y por nosotros murió, vengan, adorémosle.
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Salmo del Invitatorio (Opcional)
El
salmo 94 puede
sustituirse por el 99, el 66 o el 24. En
tal caso, si el salmo escogido formara parte
de la salmodia del día, se dirá en su lugar, en la salmodia, el salmo 94.
de la salmodia del día, se dirá en su lugar, en la salmodia, el salmo 94.
Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado
y por
nosotros murió, vengan, adorémosle.
Salmo 99: Alegría de los que entran en el templo
El Señor manda que los
redimidos entonen un himno de victoria (S. Atanasio)
Se recita la antífona que
corresponda y la asamblea la repite.
Aclama al Señor, tierra entera,
sirvan al Señor con alegría,
entren en su presencia con vítores.
Se repite la antífona.
Sepan que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Se repite la antífona.
Entren por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
Se repite la antífona.
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»
Se repite la antífona.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Ojalá escuchen hoy la voz del Señor: «No endurezcan su corazón.»
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Ojalá escuchen hoy la voz del Señor: «No endurezcan su corazón.»
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Himnos
Además de himnos mostrados aquí,
pueden usarse, sobre todo en las celebraciones con el pueblo, otros cantos oportunos y debidamente aprobados.
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Himnos
Además de himnos mostrados aquí,
pueden usarse, sobre todo en las celebraciones con el pueblo, otros cantos oportunos y debidamente aprobados.
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Himno: Señor, cómo quisiera.
Señor, cómo quisiera
en cada aurora aprisionar el
día,
y ser tu primavera
en gracia y alegría,
y crecer en tu amor más
todavía.
En cada madrugada
abrir mi pobre casa, abrir la
puerta,
el alma enamorada,
el corazón alerta,
y conmigo tu mano siempre
abierta.
Ya despierta la vida
con su canción de ruidos
inhumanos;
y tu amor me convida
a levantar mis manos
y a acariciarte en todos mis
hermanos.
Hoy elevo mi canto
con toda la ternura de mi
boca,
al que es tres veces santo,
a ti que eres mi Roca
y en quien mi vida toda
desemboca. ¡Amén!
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Himno: Cuántas
veces, Señor, me has llamado.
¡Cuántas veces, Señor, me
has llamado,
y cuántas con vergüenza he respondido,
desnudo como Adán, aunque vestido
de las hojas del árbol del pecado!
Seguí mil veces tu pie
sagrado,
fácil de asir, en una cruz asido,
y atrás volví otras tantas atrevido,
al mismo precio que me has comprado.
Besos de paz te di para
ofenderte,
pero si fugitivos de su dueño
yerran
cuando los hallan los esclavos,
hoy que vuelvo con
lágrimas a verte,
clávame tú a ti en tu leño
y me tendrás seguro con tres
clavos. ¡Amén!
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SALMODIA
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Ant 1. Por la mañana, sácianos de tu misericordia, Señor.
Ant 1. Por la mañana, sácianos de tu misericordia, Señor.
Salmo 89: Baje a Nosotros la Bondad del Señor
Para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día (2P 3, 8)
Señor, tú has sido nuestro refugio
de generación en generación.
Antes que naciesen los montes
o fuera engendrado el orbe de
la tierra,
desde siempre y por siempre
tú eres Dios.
Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornen, hijos de
Adán.»
Mil años en tu presencia
son un ayer, que pasó;
una vigilia nocturna.
una vigilia nocturna.
Los siembras año por año,
como
hierba que se renueva:
que florece y se renueva por
la mañana,
y por la tarde la siegan y se
seca.
¡Cómo nos ha consumido tu cólera
y nos ha trastornado tu
indignación!
Pusiste nuestras culpas ante
ti,
nuestros secretos ante la luz
de tu mirada:
y todos nuestros días pasaron
bajo tu cólera,
y nuestros años se acabaron
como un suspiro.
Aunque uno viva setenta años,
y el más robusto hasta
ochenta,
la mayor parte son fatiga
inútil,
porque pasan aprisa y vuelan.
¿Quién conoce la vehemencia de tu ira,
quién ha sentido el peso de
tu cólera?
Enséñanos a calcular nuestros
años,
para que adquiramos un
corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos;
por la mañana sácianos de tu
misericordia,
y toda nuestra vida será
alegría y júbilo.
Danos alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos
desdichas.
Que tus siervos vean tu
acción,
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de
nuestras manos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Oración del salmo
Señor, envía tu misericordia y tu verdad
para rescatarnos de las trampas del demonio y,
felices de ser conocidos como compañeros de tu Hijo,
te alabaremos entre los pueblos y te proclamaremos a las naciones.
para rescatarnos de las trampas del demonio y,
felices de ser conocidos como compañeros de tu Hijo,
te alabaremos entre los pueblos y te proclamaremos a las naciones.
Ant. Por la mañana, sácianos de tu misericordia, Señor.
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Ant 2. Llegue la alabanza del Señor hasta el confín de la tierra.
Ant 2. Llegue la alabanza del Señor hasta el confín de la tierra.
Cántico Is 42, 10-16: Cántico Nuevo al Dios Vencedor y Salvador.
Cantan un cántico nuevo delante del trono de Dios (cf.
Ap 14, 3)
Canten al Señor un cántico nuevo,
Canten al Señor un cántico nuevo,
llegue su alabanza hasta el
confín de la tierra;
muja el mar y lo que
contiene, las islas y sus habitantes;
alégrese el desierto con sus tiendas,
los cercados que habita
Cadar;
exulten los habitantes de
Petra,
clamen desde la cumbre de las
montañas;
den gloria al Señor, anuncien
su alabanza en las islas.
El Señor sale como un héroe,
excita su ardor como un
guerrero,
lanza el alarido,
mostrándose valiente frente
al enemigo.
«Desde antiguo guardé silencio,
me callaba y aguantaba;
me callaba y aguantaba;
más ahora grito como la mujer
cuando da a luz,
jadeo y resuello.
Agostaré montes y collados,
secaré toda su hierba,
secaré toda su hierba,
convertiré los ríos en yermo,
desecaré los estanques;
desecaré los estanques;
conduciré a los ciegos
por el camino que no conocen,
por el camino que no conocen,
los guiaré por senderos que
ignoran.
Ante ellos convertiré la
tiniebla en luz,
lo escabroso en llano.»
lo escabroso en llano.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Llegue la alabanza del Señor hasta el confín de la tierra.
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Llegue la alabanza del Señor hasta el confín de la tierra.
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Ant 3. Alaben el nombre del Señor, los que están en la casa del Señor.
Ant 3. Alaben el nombre del Señor, los que están en la casa del Señor.
Salmo 134, 1-12: Himno a Dios por sus Maravillas
Ustedes son... un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas
del que los llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa (1P 2, 9)
Alaben el nombre del Señor,
alábenlo, siervos del Señor,
que están en la casa del
Señor,
en los atrios de la casa de
nuestro Dios.
Alaben al Señor porque es bueno,
tañan para su nombre, que es
amable.
Porque él se escogió a Jacob,
a Israel en posesión suya.
Yo sé que el Señor es grande,
nuestro dueño más que todos
los dioses.
El Señor todo lo que quiere
lo hace:
en el cielo y en la tierra,
en los mares y en los
océanos.
Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la
lluvia,
suelta a los vientos de sus
silos.
Él hirió a los primogénitos de Egipto,
desde los hombres hasta los animales.
desde los hombres hasta los animales.
Envió signos y prodigios
-en medio de ti, Egipto-
-en medio de ti, Egipto-
contra el Faraón y sus
ministros.
Hirió de muerte a pueblos numerosos,
mató a reyes poderosos:
a Sijón, rey de los amorreos;
a Sijón, rey de los amorreos;
a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.
y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad,
en heredad a Israel, su pueblo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
en heredad a Israel, su pueblo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Oración del salmo
Donde dos o tres se reúnen en tu nombre, Señor,
prometiste estar con ellos y compartir su comunión.
Mira a tu familia reunida aquí en tu nombre
y derrame amablemente tu bendición sobre nosotros.
prometiste estar con ellos y compartir su comunión.
Mira a tu familia reunida aquí en tu nombre
y derrame amablemente tu bendición sobre nosotros.
Ant. Alaben el nombre del Señor, los que están en la casa del Señor.
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Lectura Breve: Ex 19, 4-6a
Ustedes han visto
cómo los saqué sobre alas de águila y los traje hacia mí;
ahora pues,
si quieren obedecerme y guardar mi alianza,
serán mi especial propiedad entre todos los pueblos,
pues mía es toda la tierra.
Serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.
Ustedes han visto
cómo los saqué sobre alas de águila y los traje hacia mí;
ahora pues,
si quieren obedecerme y guardar mi alianza,
serán mi especial propiedad entre todos los pueblos,
pues mía es toda la tierra.
Serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.
Silencio sagrado (indicado por una campana):
Un momento para reflexionar y recibir en nuestros corazones la resonancia total de la voz del Espíritu Santo
y unir nuestra oración personal más estrechamente con la palabra de Dios y la voz pública de la Iglesia.
Un momento para reflexionar y recibir en nuestros corazones la resonancia total de la voz del Espíritu Santo
y unir nuestra oración personal más estrechamente con la palabra de Dios y la voz pública de la Iglesia.
Responsorio Breve
V. Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Él me librará de la red del cazador.
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V. Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Él me librará de la red del cazador.
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CÁNTICO
EVANGÉLICO (Benedictus)
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Ant. Había un funcionario de la corte que tenía un hijo enfermo en Cafarnaúm;
Ant. Había un funcionario de la corte que tenía un hijo enfermo en Cafarnaúm;
y, habiéndose enterado de
que Jesús había vuelto a Galilea,
le pidió que bajase a
curar a su hijo.
Cántico de Zacarías- Lc 1, 68-79. El Mesías y su Precursor
† (se hace la señal de la cruz mientras se comienza a recitar)
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Cántico de Zacarías- Lc 1, 68-79. El Mesías y su Precursor
† (se hace la señal de la cruz mientras se comienza a recitar)
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Había un funcionario de la corte que tenía un hijo enfermo en Cafarnaúm;
y, habiéndose enterado de que Jesús había vuelto a Galilea,
le pidió que bajase a curar a su hijo.
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ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Había un funcionario de la corte que tenía un hijo enfermo en Cafarnaúm;
y, habiéndose enterado de que Jesús había vuelto a Galilea,
le pidió que bajase a curar a su hijo.
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Preces
Alabemos a Dios, nuestro Padre, que nos concede ofrecerle
el sacrificio de alabanza cuaresmal, y supliquémosle, diciendo:
R./ Ilumínanos, Señor, con tu palabra.
Dios todopoderoso y compasivo, concédenos el espíritu de oración y de penitencia,
- y danos un verdadero deseo de amarte a ti y a nuestros hermanos.
Concédenos ser constructores de tu reino,
para que todas las cosas tengan a Cristo por cabeza
- y abunde la justicia y la paz en toda la tierra.
Haz que sepamos descubrir la bondad y hermosura de tu creación,
- para que su belleza se haga alabanza en nuestros labios.
Perdónanos por haber ignorado la presencia de Cristo
en los pobres, los sencillos y los marginados,
- y por no haber atendido a tu Hijo en estos hermanos nuestros.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Impulsados por el Espíritu que nos hace clamar: «¡Padre!»,
invoquemos a nuestro Dios:
Alabemos a Dios, nuestro Padre, que nos concede ofrecerle
el sacrificio de alabanza cuaresmal, y supliquémosle, diciendo:
R./ Ilumínanos, Señor, con tu palabra.
Dios todopoderoso y compasivo, concédenos el espíritu de oración y de penitencia,
- y danos un verdadero deseo de amarte a ti y a nuestros hermanos.
Concédenos ser constructores de tu reino,
para que todas las cosas tengan a Cristo por cabeza
- y abunde la justicia y la paz en toda la tierra.
Haz que sepamos descubrir la bondad y hermosura de tu creación,
- para que su belleza se haga alabanza en nuestros labios.
Perdónanos por haber ignorado la presencia de Cristo
en los pobres, los sencillos y los marginados,
- y por no haber atendido a tu Hijo en estos hermanos nuestros.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Impulsados por el Espíritu que nos hace clamar: «¡Padre!»,
invoquemos a nuestro Dios:
- Padre Nuestro…
Oración Conclusiva
Dios nuestro,
que renuevas el mundo por medio de sacramentos divinos,
haz que tu Iglesia progrese
por la celebración de estos sacramentos de vida eterna
y no permitas que le falten nunca
los auxilios necesarios para su vida terrena.
haz que tu Iglesia progrese
por la celebración de estos sacramentos de vida eterna
y no permitas que le falten nunca
los auxilios necesarios para su vida terrena.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
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Conclusión
Si preside un presbítero o un diácono, bendice al pueblo, utilizando una de estas dos fórmulas finales:
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Fórmula larga: † (se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. La paz de Dios, que sobrepasa todo juicio,
custodie sus corazones y sus pensamientos
en el conocimiento y el amor de Dios
y de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
R. ¡Amén!
Fórmula larga: † (se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. La paz de Dios, que sobrepasa todo juicio,
custodie sus corazones y sus pensamientos
en el conocimiento y el amor de Dios
y de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
R. ¡Amén!
V. Y la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo † y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.
R. ¡Amén!
Padre, Hijo † y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.
R. ¡Amén!
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Fórmula breve: † (se hace la señal de la
cruz mientras se dice:)
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
R. Y con tu espíritu.
V. La bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo † y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.
R. ¡Amén!
Padre, Hijo † y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.
R. ¡Amén!
Si se despide de la comunidad añade:
V. Pueden ir en Paz.
R. ¡Demos gracias a Dios!
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R. ¡Demos gracias a Dios!
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En el rezo individual o en una celebración comunitaria presidida por un ministro no ordenado, se dice:
V. † El Señor nos bendiga,
nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. ¡Amén!
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Tiempo de Cuaresma - Lunes de la Semana IV
Del Propio del Tiempo. Salterio IV
VÍSPERAS - Oración de la
tarde
Hay que
resaltar y promover la importancia de las laudes y las vísperas
como oración de la comunidad cristiana, fomentando su celebración pública
o comunitaria, sobre todo entre aquellos que hacen vida común.
como oración de la comunidad cristiana, fomentando su celebración pública
o comunitaria, sobre todo entre aquellos que hacen vida común.
Se
celebran las vísperas por la tarde, cuando atardece y el día va cayendo,
a decir de San Basilio: “En acción de gracias por cuanto se nos ha otorgado
en la jornada y por cuanto hemos logrado realizar con acierto”.
Por medio de la oración que elevamos
“como el incienso en presencia del Señor”,
también recordamos la redención, o como dice el salmo 140, 2:
“el alzar de nuestras manos” es “como ofrenda de la tarde”.
a decir de San Basilio: “En acción de gracias por cuanto se nos ha otorgado
en la jornada y por cuanto hemos logrado realizar con acierto”.
Por medio de la oración que elevamos
“como el incienso en presencia del Señor”,
también recordamos la redención, o como dice el salmo 140, 2:
“el alzar de nuestras manos” es “como ofrenda de la tarde”.
y la equivalencia simbólica con la Venida del Señor.
Un horario entre las 7 y las 10 de la noche es adecuado.
Los días que preceden
a una Solemnidad no tienen Vísperas.
Las «Primeras Vísperas» son la misma oración que Vísperas, pero para los domingos y solemnidades, que comienzan la tarde anterior
Las «Primeras Vísperas» son la misma oración que Vísperas, pero para los domingos y solemnidades, que comienzan la tarde anterior
y por eso tienen dos vísperas: las «primeras»,
que son la tarde anterior (la del sábado, en el caso de un
domingo),
y las «segundas», que son las de la propia tarde cronológica (la tarde del domingo, sigue el mismo caso).
y las «segundas», que son las de la propia tarde cronológica (la tarde del domingo, sigue el mismo caso).
Evidentemente, el día anterior cede parte de su
tiempo al domingo o solemnidad y no tiene vísperas.
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Invocación Inicial
V. † Dios mío, ven en mi auxilio.
R. ¡Señor, date prisa en socorrerme!
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén, Aleluya!
V. † Dios mío, ven en mi auxilio.
R. ¡Señor, date prisa en socorrerme!
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén, Aleluya!
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Himnos
Además de himnos mostrados aquí, pueden usarse,
sobre todo en las celebraciones con el pueblo, otros cantos oportunos y debidamente aprobados.
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Himnos
Además de himnos mostrados aquí, pueden usarse,
sobre todo en las celebraciones con el pueblo, otros cantos oportunos y debidamente aprobados.
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Himno: Ya no temo, Señor, la tristeza.
Ya no temo, Señor, la
tristeza,
ya no temo, Señor, la soledad;
porque eres, Señor, mi alegría,
tengo siempre tu amistad.
Ya no temo, Señor, a la
noche,
ya no temo, Señor, la oscuridad;
porque brilla tu luz en las sombras,
ya no hay noche, tú eres luz.
Ya no temo, Señor, los
fracasos,
ya no temo, Señor, la ingratitud;
porque el triunfo, Señor, en la vida,
tú lo tienes, tú lo das.
Ya no temo, Señor, los
abismos,
ya no temo, Señor, la inmensidad;
porque eres, Señor, el camino
y la vida, la verdad. ¡Amén!
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Himno: Ésta
es la hora para el buen amigo.
Ésta es la hora para el buen amigo,
llena de intimidad y confidencia,
y en la que, al examinar
nuestra conciencia,
igual que siente el rey,
siente el mendigo.
Hora en que el corazón encuentra abrigo
para lograr alivio a su
dolencia
y, al evocar la edad de la
inocencia,
logra en el llanto bálsamo y
castigo.
Hora en que arrullas, Cristo, nuestra vida
con tu amor y caricia
inmensamente
y que a humildad y a llanto
nos convida.
Hora en que un ángel roza nuestra frente
y en que el alma, como cierva herida,
sacia su sed en la escondida fuente. ¡Amén!
y en que el alma, como cierva herida,
sacia su sed en la escondida fuente. ¡Amén!
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SALMODIA
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Ant 1. Den gracias al
Señor, porque es eterna su misericordia.
Salmo 135 - I - Himno a Dios por las Maravillas de la Creación y del Éxodo.
Alabar a Dios es narrar sus maravillas (Casiano)
Alabar a Dios es narrar sus maravillas (Casiano)
Den gracias al Señor porque es bueno:
porque es eterna su
misericordia.
Den gracias al Dios de los dioses:
porque es eterna su
misericordia.
Den gracias al Señor de los señores:
porque es eterna su
misericordia.
Sólo él hizo grandes maravillas:
porque es eterna su
misericordia.
Él hizo sabiamente los cielos:
porque es eterna su
misericordia.
El afianzó sobre las aguas la tierra:
porque es eterna su
misericordia.
Él hizo lumbreras gigantes:
porque es eterna su
misericordia.
El sol que gobierna el día:
porque es eterna su misericordia.
La luna que gobierna la noche:
porque es eterna su misericordia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Den gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
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Ant 2. Grandes y
maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.
Salmo 135 - II: Himno Pascual.
¡Qué grandes y maravillosos son, amados hermanos los dones de Dios! (San Clemente)
¡Qué grandes y maravillosos son, amados hermanos los dones de Dios! (San Clemente)
El hirió a Egipto en sus primogénitos:
porque es eterna su
misericordia.
Y sacó a Israel de aquel país:
porque es eterna su misericordia.
Con mano poderosa, con brazo extendido:
porque es eterna su
misericordia.
Él dividió en dos partes el mar Rojo:
porque es eterna su
misericordia.
Y condujo por en medio a Israel:
porque es eterna su misericordia.
Arrojó en el mar Rojo al Faraón:
porque es eterna su
misericordia.
Guió por el desierto a su pueblo:
porque es eterna su misericordia.
Él hirió a reyes famosos:
porque es eterna su
misericordia.
Dio muerte a reyes poderosos:
porque es eterna su
misericordia.
A Sijón, rey de los amorreos:
porque es eterna su
misericordia.
Y a Hog, rey de Basán:
porque es eterna su
misericordia.
Les dio su tierra en heredad:
porque es eterna su
misericordia.
En heredad a Israel, su siervo:
porque es eterna su
misericordia.
En nuestra humillación se acordó de nosotros:
porque es eterna su
misericordia.
Y nos libró de nuestros opresores:
porque es eterna su
misericordia.
Él da alimento a todo viviente:
porque es eterna su
misericordia.
Den gracias al Dios del cielo:
porque es eterna su misericordia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Oración del salmo
Dios Todopoderoso, recuerda nuestra humildad y ten piedad.
Una vez les diste a nuestros padres una tierra extranjera para heredar.
Libéranos hoy del pecado y danos una parte de tu herencia.
Una vez les diste a nuestros padres una tierra extranjera para heredar.
Libéranos hoy del pecado y danos una parte de tu herencia.
Ant. Grandes y maravillosas
son tus obras, Señor, Dios omnipotente.
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Ant 3. Dios proyectó
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
cuando llegase el momento culminante.
cuando llegase el momento culminante.
Cántico - Ef 1, 3-10: El Plan Divino de Salvación.
El que tiene suficiente amor también tiene suficiente deseo (San Columbano).
Bendito sea Dios,
El que tiene suficiente amor también tiene suficiente deseo (San Columbano).
Bendito sea Dios,
Padre de
nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha
bendecido en la persona de Cristo
con toda
clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de
crear el mundo,
para que
fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura
iniciativa suya, a ser sus hijos,
para que la
gloria de su gracia,
que tan
generosamente nos ha concedido
en su
querido Hijo,
redunde en
alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos
recibido la redención,
el perdón
de los pecados.
El tesoro de
su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche
para con nosotros,
dándonos a
conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había
proyectado realizar por Cristo
cuando
llegase el momento culminante:
hacer que
todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del
cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Dios proyectó
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
cuando llegase el momento culminante.
cuando llegase el momento culminante.
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Lectura Breve: Rm 12, 1-2
Les exhorto, por la
misericordia de Dios,
a presentar sus cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios;
éste es su culto razonable. Y no se ajusten a este mundo,
sino transfórmense por la renovación de la mente,
para que sepan discernir lo que es la voluntad de Dios,
lo bueno, lo que agrada, lo perfecto.
a presentar sus cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios;
éste es su culto razonable. Y no se ajusten a este mundo,
sino transfórmense por la renovación de la mente,
para que sepan discernir lo que es la voluntad de Dios,
lo bueno, lo que agrada, lo perfecto.
Silencio sagrado (indicado por una campana):
Un momento para reflexionar y recibir en nuestros corazones
la resonancia total de la voz del Espíritu Santo y unir nuestra oración personal
más estrechamente con la palabra de Dios y la voz pública de la Iglesia.
Un momento para reflexionar y recibir en nuestros corazones
la resonancia total de la voz del Espíritu Santo y unir nuestra oración personal
más estrechamente con la palabra de Dios y la voz pública de la Iglesia.
Responsorio Breve
V. Yo
dije: «Señor, ten misericordia.»
R. Yo dije: «Señor, ten
misericordia.»
V. Sáname, porque he pecado
contra ti.
R. Señor, ten misericordia.
R. Señor, ten misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
R. Yo dije: «Señor, ten
misericordia.»
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Cántico Evangélico (Magnificat)
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Ant. Comprobó el padre
que en aquella misma hora le había dicho Jesús:
«Tu hijo se encuentra
bien»; y creyó él y toda su casa.
Cántico de María - Lc 1, 46-55. Alegría del Alma en El Señor
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en
Dios, mi salvador;
porque ha mirado la
humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho
obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su
misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los
poderosos
y enaltece a los humildes,
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de
bienes
y a los ricos los despide vacíos.
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a
nuestros padres-
en favor de Abraham y su
descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Comprobó el padre que en aquella misma hora le había dicho Jesús:
«Tu hijo se encuentra bien»; y creyó él y toda su casa.
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Preces - Para consagrar a Dios el día y el trabajo.
Bendigamos
a Dios, nuestro Padre, que por la palabra de su Hijo
prometió escuchar la oración de los que se reúnen en su nombre,
y, confiados en esta promesa, supliquémosle, diciendo:
R./ Escucha a tu pueblo, Señor.
Señor, tú que en la montaña del Sinaí diste a conocer tu ley
por medio de Moisés y la perfeccionaste luego por Cristo,
- haz que todos los hombres descubran que tienen esta ley inscrita en el corazón
y que la deben guardar para hacer efectiva la alianza que has hecho con ellos.
Concede a los superiores fraternal solicitud hacia los que les han sido confiados,
- y a los súbditos espíritu de obediente colaboración.
Fortalece el espíritu y el corazón de los misioneros
- y suscita en todas partes colaboradores de su obra.
Que los niños crezcan en gracia y en edad,
- y que los jóvenes se abran con sinceridad a tu amor.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acuérdate de nuestros hermanos que ya duermen el sueño de la paz
- y dales parte en la vida eterna.
Digamos a nuestro Padre, juntamente con Jesús, la oración que él nos enseñó:
- Padre nuestro...
prometió escuchar la oración de los que se reúnen en su nombre,
y, confiados en esta promesa, supliquémosle, diciendo:
R./ Escucha a tu pueblo, Señor.
Señor, tú que en la montaña del Sinaí diste a conocer tu ley
por medio de Moisés y la perfeccionaste luego por Cristo,
- haz que todos los hombres descubran que tienen esta ley inscrita en el corazón
y que la deben guardar para hacer efectiva la alianza que has hecho con ellos.
Concede a los superiores fraternal solicitud hacia los que les han sido confiados,
- y a los súbditos espíritu de obediente colaboración.
Fortalece el espíritu y el corazón de los misioneros
- y suscita en todas partes colaboradores de su obra.
Que los niños crezcan en gracia y en edad,
- y que los jóvenes se abran con sinceridad a tu amor.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acuérdate de nuestros hermanos que ya duermen el sueño de la paz
- y dales parte en la vida eterna.
Digamos a nuestro Padre, juntamente con Jesús, la oración que él nos enseñó:
- Padre nuestro...
Oración Conclusiva
Dios nuestro, que renuevas el mundo
por medio de sacramentos divinos,
haz que tu Iglesia progrese
por la celebración de estos sacramentos de vida eterna
y no permitas que le falten nunca
los auxilios necesarios para su vida terrena.
Tú que vives y reinas con el Padre
en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
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por medio de sacramentos divinos,
haz que tu Iglesia progrese
por la celebración de estos sacramentos de vida eterna
y no permitas que le falten nunca
los auxilios necesarios para su vida terrena.
Tú que vives y reinas con el Padre
en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
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Conclusión
Si preside un presbítero o un diácono, bendice al pueblo, utilizando una de estas dos fórmulas finales:
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Si preside un presbítero o un diácono, bendice al pueblo, utilizando una de estas dos fórmulas finales:
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Fórmula larga: † (se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. La paz de Dios, que sobrepasa todo juicio,
custodie sus corazones y sus pensamientos
en el conocimiento y el amor de Dios
y de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
R. ¡Amén!
V. Y la bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo † y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.
R. ¡Amén!
Padre, Hijo † y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.
R. ¡Amén!
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Fórmula breve: † (se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
R. Y con tu espíritu.
V. La bendición de Dios todopoderoso,
Padre, Hijo † y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.
R. ¡Amén!
Padre, Hijo † y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.
R. ¡Amén!
Si se despide de la comunidad añade:
V. Pueden ir en Paz.
R. ¡Demos gracias a Dios!
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R. ¡Demos gracias a Dios!
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En el rezo individual o en una celebración comunitaria presidida por un ministro no ordenado, se dice:
V. † El Señor nos bendiga,
nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. ¡Amén!
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Tiempo de Cuaresma - Lunes de la Semana IV
Del Propio del Tiempo. Salterio IV
COMPLETAS - Oración antes del descanso nocturno
COMPLETAS - Oración antes del descanso nocturno
y a su equivalencia simbólica con la muerte.
El mejor horario es aquel
en que efectivamente vayamos a dormir enseguida.
El mejor horario es aquel
en que efectivamente vayamos a dormir enseguida.
Aunque hay una Completas para cada día de la semana,
es costumbre -aceptada en las rúbricas-
que quienes desean rezarlas de memoria,
lo hagan siempre con una de las dos Completas de domingo,
ya sea la de después de Primeras Vísperas
o la de después de Segundas Vísperas.
Las Completas no tienen vinculación estrecha
con el desarrollo del calendario litúrgico,
excepto el «aleluya» al final de las antífonas
e invocaciones en tiempo pascual.
Las Completas de Domingo I y II se usan
respectivamente tras las primeras y segundas vísperas de Domingo.
También se utilizan en las solemnidades (después de I y II Vísperas respectivamente) aunque no caigan en domingo.
En las fiestas, aunque no caigan en domingo, se utiliza después de Vísperas las Completas de Domingo I o II (a libre elección).
Si se van a rezar de memoria, puede utilizarse
cualquiera de estas dos, cualquier día de la semana [Ord. Gral. n 88].
En Triduo Pascual, si corresponde rezarlas (ver rúbrica al inicio del día), se utiliza Domingo II, con responsorio
especial.
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Invocación Inicial
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
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Además de las fórmulas
penitenciales mostradas aquí, pueden usarse otras aprobadas.
Además de himnos
mostrados aquí, pueden usarse, sobre todo en las celebraciones con el pueblo,
otros cantos oportunos
y debidamente aprobados.
Esta hora se termina
con una de las antífonas de la Santísima Virgen que se muestran en el
formulario:
Madre del Redentor,
Salve, Reina de los cielos, Dios te salve española, Dios te Salve
latinoamericana;
Bajo tu amparo, o con algún otro
canto debidamente aprobado.
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Examen de Conciencia (Fórmula 1)
Es oportuno hacer examen de conciencia o revisión de la jornada. Después, se prosigue con la fórmula siguiente:
V. Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada
que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
Es oportuno hacer examen de conciencia o revisión de la jornada. Después, se prosigue con la fórmula siguiente:
V. Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada
que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. ¡Amén!
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Examen de Conciencia (Fórmula 2)
Es oportuno hacer examen de conciencia o revisión de la jornada. Después, se prosigue con la fórmula siguiente:
Es oportuno hacer examen de conciencia o revisión de la jornada. Después, se prosigue con la fórmula siguiente:
V. Señor, ten misericordia de nosotros.
R. Porque hemos pecado contra ti.
V. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R. Y danos tu salvación.
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Examen de Conciencia (Fórmula 3)
Es oportuno hacer examen de conciencia o revisión de la jornada. Después, se prosigue con la fórmula siguiente:
Es oportuno hacer examen de conciencia o revisión de la jornada. Después, se prosigue con la fórmula siguiente:
V. Hermanos, habiendo llegado al final de
esta jornada
que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
V. Tú que has sido enviado a sanar los
corazones afligidos: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
V. Tú que has venido a llamar a los pecadores: Cristo, ten piedad.
V. Tú que has venido a llamar a los pecadores: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.
V. Tú que estás sentado a la derecha del Padre
para interceder por nosotros: Señor, ten piedad.
V. Tú que estás sentado a la derecha del Padre
para interceder por nosotros: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros,
perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. ¡Amén!
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Himnos:
Además de los éstos Himnos, pueden usarse, sobre todo
en las celebraciones con el pueblo, otros cantos oportunos y debidamente aprobados.
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Himnos:
Además de los éstos Himnos, pueden usarse, sobre todo
en las celebraciones con el pueblo, otros cantos oportunos y debidamente aprobados.
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Himno: Cuando llegó el instante de tu muerte.
Cuando llegó el instante de tu muerte
inclinaste la frente hacia la tierra,
como todos los mortales;
mas no eras tú el hombre derribado,
sino el Hijo que muerto nos contempla.
inclinaste la frente hacia la tierra,
como todos los mortales;
mas no eras tú el hombre derribado,
sino el Hijo que muerto nos contempla.
Cuando me llegue el tránsito esperado
y siga sin retorno por mi senda,
como todos los mortales,
el sueño de tu rostro será lumbre
y tu gloria mi gloria venidera.
y siga sin retorno por mi senda,
como todos los mortales,
el sueño de tu rostro será lumbre
y tu gloria mi gloria venidera.
El silencio sagrado de la noche
tu paz y tu venida nos recuerdan,
Cristo, luz de los mortales;
acepta nuestro sueño necesario
como secreto amor que a ti se llega. ¡Amén!
tu paz y tu venida nos recuerdan,
Cristo, luz de los mortales;
acepta nuestro sueño necesario
como secreto amor que a ti se llega. ¡Amén!
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Himno (opcional): Gracias, porque al fin del día.
Himno (opcional): Gracias, porque al fin del día.
Gracias, porque
al fin del día
podemos agradecerte
los méritos de tu muerte,
y el pan de la eucaristía,
la plenitud de alegría
de haber vivido tu alianza,
la fe, el amor,
la esperanza
y esta bondad de tu empeño
de convertir nuestro sueño
en una humilde alabanza.
Gloria al
Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. ¡Amén!
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SALMODIA
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Ant 1. Tú, Señor, eres
clemente y rico en misericordia.
Salmo 85 - Oración de un Pobre ante las Dificultades.
Bendito sea Dios, que nos alienta en nuestras luchas. (2Co 1,3.4)
Inclina tu oído, Señor; escúchame,
Bendito sea Dios, que nos alienta en nuestras luchas. (2Co 1,3.4)
Inclina tu oído, Señor; escúchame,
que soy un
pobre desamparado;
protege mi
vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu
siervo, que confía en ti.
Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el
alma de tu siervo,
pues
levanto mi alma hacia ti;
porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en
misericordia con los que te invocan.
Señor,
escucha mi oración,
atiende a
la voz de mi súplica.
En el día del peligro te llamo,
y tú me
escuchas.
No tienes
igual entre los dioses, Señor,
ni hay
obras como las tuyas.
Todos los pueblos vendrán
a postrarse
en tu presencia, Señor;
bendecirán
tu nombre:
«Grande
eres tú, y haces maravillas;
tú eres el
único Dios.»
Enséñame, Señor, tu camino,
para que
siga tu verdad;
mantén mi
corazón entero
en el temor
de tu nombre.
Te alabaré de todo corazón, Dios mío;
daré gloria
a tu nombre por siempre,
por tu
grande piedad para conmigo,
porque me
salvaste del abismo profundo.
Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí,
una banda
de insolentes atenta contra mi vida,
sin tenerte
en cuenta a ti.
Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,
lento a la
cólera, rico en piedad y leal,
mírame, ten
compasión de mí.
Da fuerza a tu siervo,
salva al
hijo de tu esclava;
dame una
señal propicia,
que la vean
mis adversarios y se avergüencen,
porque tú,
Señor, me ayudas y consuelas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
¡Amén!
Ant. Tú, Señor, eres
clemente y rico en misericordia.
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Lectura Breve:
1Ts 5, 9-10
Dios nos ha puesto para obtener la salvación
por nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros,
para que, velando o durmiendo, vivamos junto con él.
por nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros,
para que, velando o durmiendo, vivamos junto con él.
Silencio sagrado (indicado por una campana):
Un momento para reflexionar y recibir en nuestros corazones la resonancia total de la voz del Espíritu Santo
y unir nuestra oración personal más estrechamente con la palabra de Dios y la voz pública de la Iglesia.
Un momento para reflexionar y recibir en nuestros corazones la resonancia total de la voz del Espíritu Santo
y unir nuestra oración personal más estrechamente con la palabra de Dios y la voz pública de la Iglesia.
Responsorio Breve
V. En tus manos,
Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos,
Señor, encomiendo mi espíritu.
V. Tú, el Dios leal,
nos librarás.
R. Te encomiendo mi
espíritu.
V. Gloria al Padre, y
al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos,
Señor, encomiendo mi espíritu.
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Cántico Evangélico (Nunc dimittis)
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Ant. Sálvanos, Señor,
despiertos, protégenos mientras dormimos,
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
Cántico de Simeón: Lc 2, 29-32 - Cristo Luz de la naciones y Gloria
de Israel.
† Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse
en paz,
porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante
todos los pueblos
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Ant. Sálvanos, Señor,
despiertos, protégenos mientras dormimos,
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
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Oración
Concede, Señor, a nuestros cuerpos fatigados el descanso necesario,
y haz que la simiente del reino
que con nuestro trabajo hemos sembrado hoy
crezca y germine para la cosecha de la vida eterna.
que con nuestro trabajo hemos sembrado hoy
crezca y germine para la cosecha de la vida eterna.
Por Cristo nuestro Señor. ¡Amén!
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Bendición
V. † El Señor todopoderoso
nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. ¡Amén!
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Antífonas Finales de la Santísima Virgen
Esta hora se termina con una de las antífonas de la Santísima Virgen que se muestran en el formulario:
Madre del Redentor, Salve, Reina de los cielos, Dios te salve Reina y Madre (española), Dios te Salve latinoamericana; Bajo tu amparo,
o con algún otro canto debidamente aprobado.
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1. Dios te salve. (Versión Latinoamericana)
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
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2. Dios te salve, Reina y Madre (Versión española)
2. Dios te salve, Reina y Madre (Versión española)
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce siempre Virgen María!
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce siempre Virgen María!
V: ¡Ruega por nosotros Santa Madre de Dios!
R. Para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro Señor
Jesucristo. ¡Amén!
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3. Madre del Redentor
3. Madre del Redentor
Madre del Redentor, Virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar,
ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.
Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre virgen.
Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros, pecadores.
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4. Salve, Reina de los cielos
4. Salve, Reina de los cielos
Salve, Reina de los cielos
y Señora de los ángeles;
salve, raíz; salve, puerta,
que dio paso a nuestra luz.
Alégrate, virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, oh hermosa doncella,
ruega a Cristo por nosotros.
V: Que con el auxilio de
tan dulce intercesora,
R: seamos siempre fieles en el terreno caminar. ¡Amén!
R: seamos siempre fieles en el terreno caminar. ¡Amén!
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5. Bajo tu amparo
5. Bajo tu amparo
santa Madre de
Dios,
no desprecies las oraciones
que te
dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos
de todo peligro,
oh, Virgen gloriosa
y bendita. ¡Amén!
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6. Reina del cielo, alégrate (Durante la Pascua)
6. Reina del cielo, alégrate (Durante la Pascua)
Reina del cielo, alégrate, aleluya,
porque el Señor, a quien has merecido llevar, aleluya,
ha resucitado, según su palabra, aleluya.
Ruega al Señor por nosotros, aleluya.
porque el Señor, a quien has merecido llevar, aleluya,
ha resucitado, según su palabra, aleluya.
Ruega al Señor por nosotros, aleluya.
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